BUBONIS

BUBONIS

sábado, 7 de abril de 2012

TEK RMD SILLA DE RUEDAS ROBOT



Ya no existirán , casi ningún impedimento para ponerse de pie. La calidad de vida mejorará para toda la gente que por algún motivo pasan su vida en una silla. La salud también mejorará, ya que la postura del cuerpo será diferente y con ello todo el organismo se verá beneficiado.
El invento es turco, y aún está a prueba, pero pronto saldrá a la venta, ese día, para muchos, será volver a vivir, o vivir diferente.
No sólo es un beneficio para la parte física, sino también para el alma de todas las personas en tales condiciones.

viernes, 6 de abril de 2012

LA SEÑO NOS LEE... LA MONTAÑA



ERA UNA MONTAÑA MUY ALTA, TAN ALTA QUE A VECES
LE HACÍA COSQUILLAS AL SOL, O LE PINCHABA EL TRAJE
BLANCO A LAS NUBES CUANDO PASABAN DISTRAÍDAS.


NO HABÍA NINGUNA OTRA MONTAÑA CERCA DE ELLA,
NI SIQUIERA UNA MONTAÑA CHIQUITA, POR ESO ESTABA SOLA.
Y ABURRIDA.
HACÍA NUEVE MIL SEISCIENTOS TREINA Y SIETE AÑOS QUE VIVÍA EN EL MISMO LUGAR.
SIEMPRE QUIETA, SIEMPRE DERECHITA, SIN MOVER
NI UNA PIEDRA, HASTA QUE SE CANSÓ.


FUE JUSTAMENTE CUANDO CUMPLIÓ NUEVE MIL
SEISCIENTOS TREINTA Y OCHO AÑOS. ESE DÍA SE DESPERTÓ MÁS ABURRIDA QUE NUNCA.
Y DECIDIÓ IRSE DE VACACIONES AL MAR.


¿QUÉ CÓMO SABÍA QUE EXISTÍA EL MAR SI NUNCA HABÍA VIAJADO?
PORQUE EL VIENTO LE HABÍA HABLADO DE ÉL Y LE HABÍA TRAÍDO SU PERFUME DE ESPUMA Y SAL.


Y LOS PÁJAROS LE HABÍAN CONTADO QUE EL MAR
ERA ENORME Y PARECÍA UN CIELO HECHO DE AGUA.
POR ESO, LA MONTAÑA QUERÍA CONOCERLO.


POR SUPUESTO, NO LE RESULTÓ NADA SENCILLO
DESPEGARSE DEL SUELO.
SE DOBLÓ PARA UN LADO Y SE TORCIÓ PARA EL OTRO,
SE SACUDIÓ ASÍ Y TEMBLÓ ASÍ, TIRONEÓ UN POCO
POR ACÁ, Y FORCEJEÓ OTRO POCO POR ALLÁ, PERO
AL FINAL, LOGRÓ SOLTARSE ANTES QUE SE LE ARRUGARA
SU VESTIDO MARRÓN NI SE LE DESPEINARA LA PELUCA
DE NIEVE.


Y SE FUE NOMÁS,
DERECHITO HACIA EL SITIO
DONDE CADA MAÑANA
EL SOL PINTA DE ROJO EL HORIZONTE.


DESPACITO IBA, MUY DESPACITO. PORQUE LE COSTABA TRABAJO AVANZAR.


Y PORQUE NO QUERÍA ASUSTAR A NADIE
(DESPUÉS DE TODO NO ES COMÚM
VER A UNA MONTAÑA PASEANDO POR AHÍ)


PERO EL MAR QUEDABA LEJOS, MÁS LEJOS
DE LO QUE LA MONTAÑA HABÍA PENSADO.

Y DE TANTO CAMINAR SE LE DESHILACHÓ EL VESTIDO.


Y SE FUE VOLVIENDO MÁS PETISA Y MÁS FLAQUITA,
HASTA QUE UN DÍA SE SINTIÓ TAN CANSADA
QUE NO PUDO SEGUIR ADELANTE.


TRISTE SE PUSO LA MONTAÑA.
TAN TRISTE QUE TUVO GANAS DE LLORAR.
FUE ENTONCES CUANDO OYÓ UN MURMULLO EXTRAÑO.
COMO UNA MÚSICA QUE SE REPETÍA UNA Y OTRA VEZ
Y LA LLAMABA.


POR ESO DIO UN PASO Y OTRO PASO Y UNO MÁS HASTA
QUE VIO QUE EL HORIZONTE SE VOLVÍA PURO CIELO,
PERO UN CIELO DE AGUA CON PERFUME A ESPUMA Y SAL.


Y AUNQUE YA NO ERA UNA MONTAÑA ALTA,
SINO SÓLO UN PUÑADO DE ARENA,
SONRIÓ CUANDO SINTIÓ POR PRIMERA VEZ
LA CARICIA DEL MAR


                                             LILIANA CINETTO – VANINA STARKOFF

VÍA CRUCIS

Es la meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección. Literalmente, via crucis significa "camino de la cruz". Al rezarlo, recordamos con amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos del pecado durante su pasión y muerte. Dicho camino se representa mediante 15 imágenes de la Pasión que se llaman "estaciones". Te animarás a cargar con las cruces de cada día, si recuerdas con frecuencia las estaciones o pasos de Jesús hasta el Calvario.










El Greco - Vía Crucis











Quinta Estación




Cuarta Estación


Botero - Vía Crucis


miércoles, 4 de abril de 2012

LA SED DE CRISTO


[Cuento. Texto completo]Emilia Pardo Bazán
Cuando desde la altura de su patíbulo, abriendo las desecadas fauces, exhaló Cristo la más angustiosa de las Siete Palabras, María Magdalena, que estaba como idiota de dolor, estrechamente abrazaba al tronco de la cruz, se estremeció y, recobrando energía y actividad, a impulsos de una compasión que la penetraba toda, se lanzó en busca de agua que aplacase la sed del moribundo Maestro.No muy lejos del Calvario, sabía Magdalena que manaba, entre peñascos, purísimo y cristalino manantial. Pidió prestada una taza de arcilla a un hombre del pueblo de Jerusalén, de los que en tropel rodeaban la cruz, y se encaminó hacia la escondida fuente. Poco tardó en encontrarla, sintiendo profundo regocijo al pensar que aquella linfa fresquísima calmaría, siquiera momentáneamente, los sufrimientos del mártir. Surtía el chorro, más claro que cristal, de una grieta tapizada de musgo y finos helechos, y el rumor de su corriente lisonjeaba el oído y el corazón. Al recoger en el cuenco de barro el agua, Magdalena notó que estaba fría, helada casi, y de nuevo se alegró, pensando lo refrigerante que sería para Jesús el sorbo. Con su taza rebosante corrió al lugar del suplicio, y a fuerza de ruegos logró que le permitiesen los sayones amontonar unas piedras y encaramarse hasta acercar el agua a los labios cárdenos del crucificado. Y cuando esperaba verle paladear el agua consoladora, he aquí que Jesús la rechaza, moviendo la cabeza y repitiendo en un soplo imperceptible: «Sed tengo».
Con la penetración del amor -porque en verdad os digo que no hay nada que ilumine el entendimiento de la mujer como amar mucho y de veras-, Magdalena adivinó que Cristo deseaba otra bebida más exquisita y rara que el agua natural, y era necesario traérsela a cualquier precio. Mientras se precipitaba hacia Jerusalén, iba recordando que el despensero y mayordomo del tetrarca Herodes la había obsequiado antaño con un falerno añejísimo, ardiente como fuego y dulce como miel, del cual una sola gota es capaz de reanimar un yerto cadáver. Suplicante y presurosa rogó la arrepentida a su antiguo galán, y como accediese a sus ruegos, volvió al Calvario radiante, escondiendo bajo su manto el ánfora de inestimable valor, y apoyó el pico en la boca de Jesús. Un movimiento más acentuado de repugnancia y un débil gemido donde casi expiraba inarticulado el lastimoso «Sed tengo», revelaron a la Magdalena que tampoco esta vez poseía el medio de calmar las torturas de la santa víctima.
En su desconsuelo y en su enojo contra sí misma por no haber acertado, reverdeció más y más en la Magdalena la memoria de su escandalosa juventud. Bien presente tenía que un patricio romano, epicúreo fastuoso, lector de Horacio y algo poeta, que por la hermosa hierosolimitana hizo mil locuras, solía hablar de los banquetes del Olimpo pagano y de la misteriosa virtud e incomparable esencia del néctar de los dioses, que infunde la felicidad e inyecta vida a oleadas en las venas exhaustas y en el cuerpo expirante. Y como si algún maléfico poder oculto -tal vez el de Satanás, empeñado hasta la última hora en tentar al Redentor para probar su divinidad- fuese cómplice del insensato anhelo de la pecadora, he aquí que se sintió arrollada y transportada con velocidad increíble en alas del viento, que la depositó suavemente sobre la cumbre de una montaña deliciosa, poblada de olivos, laureles, naranjos cuajados de azahar, que alternaban con boscajes de mirtos y rosales en flor, de embriagador perfume. Bajando airosamente la escalinata de un elegante templete de mármol blanco, salió al encuentro de Magdalena hermoso mancebo sonriente, de rizos color de jacinto y brillantes pupilas, y le presentó una crátera de oro maravillosamente cincelada, donde chispeaba un licor transparente, rosado, de fragancia embriagadora, que trastornaba los sentidos. Llena de gozo, Magdalena estrechó contra su pecho la sagrada ambrosía y sólo pensó ya en ofrecérsela a Jesús, porque era imposible que aquel licor glorioso, escanciado por Ganímedes, no arrebatase el alma del mártir, haciéndole olvidar sus dolores. Sólo con llevar la copa de ambrosía en las manos sentíase Magdalena presa de dulce fiebre y deliquio, y la Naturaleza le parecía más bella, el sol más claro y el aire más ligero, elástico y luminoso. ¡Desengaño cruel! Así que pudo acercar una copa colmada de ambrosía a los labios de Jesús, cuyos tendones estallaban y cuyo rostro descomponía un padecer horrible, el moribundo hizo un gesto de violenta repulsión, y licor y copa rodaron al suelo, derramándose sobre la seca tierra la bebida de los dioses paganos.
Entonces Magdalena, víctima de la tentación, sintió redoblar su amargura. Los resabios de los años de iniquidad resurgieron, porque el pecado deja sedimentos en el alma y sube a la superficie apenas lo remueve la pasión, y aunque la doctrina de Cristo había inflamado el espíritu de aquella mujer, faltaba todavía que la penitencia la purificase y destruyese la vieja levadura. Sucedió, pues, que Magdalena, ofuscada por el dolor de ver que no sabía estancar la sed de Cristo, se imaginó que el Cordero torturado, si rechazaba el falerno que halaga el paladar y la ambrosía que transporta la imaginación, tal vez aceptaría el vino de la venganza y de la ira; tal vez se aplacasen sus sufrimientos al gustar la sangre del enemigo que le clavó en la afrentosa cruz. Y con este pensamiento, Magdalena se acercó a uno de los sayones, el mismo que había fijado sobre la cabeza de Cristo la escarnecedora placa del Inri, y, engañándole, le llevó lejos del Calvario, a un lugar desierto, y aprovechando su descuido le hirió en el cuello con su propia espada, empapó la caliente sangre en una esponja y volvió segura de que Jesús bebería. Y esta vez, al contrario, fue cuando Cristo, con sobrehumano impulso, se irguió sobre los traspasados pies, y exclamó con fúnebre entonación: «Sed tengo.»
María Magdalena cayó al pie de la cruz, desplomada, retorciéndose las manos y arrancándose a mechones las rubias y sueltas guedejas. Su impotencia para aliviar la sed de Cristo la enloquecía, y principió a acusarse interiormente de su impura existencia, sintiendo sobre la frente humillada el rubor y la pena de tanta disipación, del seco erial de su conciencia, donde no tuvo asilo la piedad. Muchas noches, mientras ella derrochaba oro en su opulenta mesa y se reclinaba sobre tapices tirios y pérsicas alfombras, los pobres, a su puerta, esperaban como perros las migajas del festín, y las mujeres de bien, velándose el rostro, apresuraban el paso para no oír las risotadas y las canciones impúdicas. Por eso, sin duda, no podía disfrutar ahora el consuelo de aplacar la sed de Cristo, sed que neciamente creyó satisfacer con el vino de la gula, la ambrosía del placer o la sangre de la venganza. Y al recapacitar, ablandábase poco a poco el corazón de la pecadora, y subiendo a sus ojos el agua del arrepentimiento y de la humildad fluía de sus lagrimales, resbalando lentamente por sus mejillas. Era tanto lo que lloraba Magdalena, que parecía liquidarse su espíritu, y las lágrimas empapaban la ropa y los hermosos extendidos cabellos. Y como levantase los ojos hacia el rostro de Jesús, vio en él una súplica, un ansia tan viva y tan amorosa que, inspirada, juntó las manos y recogió en el hueco de ellas aquel sincero llanto de contrición, y alzándose hasta Jesús, lo llegó a su boca. Por primera vez, en lugar del acongojado «Sed tengo», Jesús respondió a la Magdalena abriendo los labios y bebiendo ávidamente, al par que transfiguraba su rostro una expresión de inefable dicha.
FIN

ISABELLE DEMARLY

Joven ilustradora francesa, de la que se tienen pocos datos. Ilustra para libros infantiles y está muy relacionada con la literatura oriental infantil.























lunes, 2 de abril de 2012

TIEMPO DE LLUVIA

30 AÑOS DE LA GUERRA DE MALVINAS


A 30 años de la Guerra de Malvinas, recordamos a los veteranos y los caídos en la guerra. Más allá de todo, no nos olvidemos que eran casi niños, que la guerra dejó cicatrices en ellos, físicas y en el alma, que para muchos la vida terminó hace 30 años y para otros durante estos 30 años. 
Recordemos con tristeza este día, día en que comenzó esta guerra, en la que perdimos todos. 

domingo, 1 de abril de 2012

LA MENDIGA Y LAS BOLSAS




De Eduardo Suazo, director español, por este corto obtuvo el  Primer premio del "V Concurso Internacional SICARM 2008 de Animación Digital en 3D" .
Su sitio: http://www.suazo3d.com

sábado, 31 de marzo de 2012

LA SEÑO NOS LEE... LOS MEJORES DÍAS

De Heinz Janish.


Nada mas hermoso, mas lleno de posibilidades, que la imaginación. Crecer nos hace olvidarla, nos empeñamos en dejar de creer en ella, de usarla para crear cosas que ¿quien sabe? se pueden hacer realidad. Si los sueños no se cumplen, al menos, nos queda la felicidad que sentimos cuando los soñamos.
Este cuento trata sobre eso. Sobre el placer de soñar. De las cosas imposibles, disparatadas y tiernas que suceden en la mente inocente de los niños. No me canso nunca de mencionar cuentos bellos para leer y ver a su lado, cuentos donde no hay violencia, ni se abandona niños en el bosque, ni se los come nadie. Cuentos que hablen de una niñez feliz.
En este precioso volúmen, editado por Edelvives, y escrito por Heinz Janish, tanto valor tienen unas pocas frases evocadoras como la explosión de color que las rodea. Las ilustraciones son una descarga de energia, de esas imágenes que se graban en la mente y que luego extraeremos para hacerla volar. Los mejores dias son los en los que la pequeña protagonista deja volar la imaginación e inventa historias: días en los que todos apoyan al de al lado, días en los que la ciudad parece una tupida selva, días en los que todo está al revés…


Hay días en los que todos caminan sobre zancos y lo ven todo desde arriba.

Hay días en los que todos llevan una cereza en la cabeza.

Hay días en los que la ciudad parece una tupida selva.

Hay días en los que todo está cubierto por el agua.

Hay días en los que todo está del revés.

Hay días en los que a todos les dan un beso.

Hay días en los que todos apoyan al de al lado.

Hay días en los que todos se sienten artistas.

Hay días en los que todos miran sorprendidos al cielo.

Hay días en los que las sombras son de colores.

Hay días en los que todos pueden volar.

Hay días en los que Marina deja volar su imaginación e inventa historias.
Ésos son los mejores días.

martes, 20 de marzo de 2012

VERSOS OTOÑALES

Versos Otoñales Alfonsina Storni 


Al mirar mis mejillas, que ayer estaban rojas,

he sentido el otoño; sus achaques de viejo
me han llenado de miedo; me ha contado el espejo
que nieva en mis cabellos mientras caen las hojas.



!Que curioso destino! Me ha golpeado a las
puertas en plena primavera para brindarme nieve
y mis manos se hielan bajo la presión leve
de cien rosas azules sobre sus dedos muertas.

Ya me siento invadida totalmente de hielo;
castañean mis dientes mientras el sol, afuera,
pone manchas de oro, tal como en primavera,
y ríe en la ensondada profundidad del cielo.

Y lloro lentamente, con un dolor maldito,
con un dolor que pesa sobre mis fibras todas,
!Oh, la pálida muerte que me ofrece sus bodas
y el borroso misterio cargado de infinito!

!Pero yo me rebelo!...¿ Cómo esta forma humana
que costó a la materia tantas transformaciones
me mata, pecho adentro, todas las ilusiones
y me brinda la noche casi en plena mañana?

Alfonsina Storni

domingo, 18 de marzo de 2012

LA SEÑO NOS LEE...



 ME LLAMO CARLOTA Y VIVO
RECLUIDA EN UNA SINIESTRA MORADA.

ME OBLIGAN A COMER COSAS ASQUEROSAS
QUE DESPIDEN OLORES NAUSEABUNDOS.

ME LLEVAN TODOS LOS DÍAS A UN COLEGIO
DONDE ME MARTILLEAN EL CEREBRO.

POR MUCHO QUE ESTUDIE,
NUNCA ESTÁ, CONTENTOS.

POR MUCHO QUE RECOJA MI HABITACIÓN,
NUNCA ESTÁ LO BASTANTE ORDENADA.


HAGA LO QUE HAGA , DE CUALQUIER FORMA,
ESTÁ TODO MAL.

INTENTO HABLAR CON ELLOS, PERO NO HAY NADA
QUE HACER, NO QUIEREN ESCUCHARME.

MENOS MAL QUE TENGO UN AMIGO.
ES MINIATURA, MI GATO,
QUE ES MUY MIMOSO Y BONITO.


PODRÍAMOS PASARNOS
HORAS Y HORAS JUGANDO SIN PARAR,
LOS DOS SOLOS.



PERO MIS PADRES ODIAN A MINIATURA,
Y ESO QUE EL POBRE SERÍA INCAPAZ
DE HACER DAÑO A UNA MOSCA.


ASÍ QUE UN DÍA HICE LAS MALETAS
CON MUCHO CUIDADO.

Y ME LLEVÉ AL POBRE MINIATURA
EN MI REGAZO.



POR SUERTE, ANTES DE IRME ENCONTRÉ,
ALGO DE DINERO EN UN RINCÓN. 

Y HUÍ TODO LO QUE PUDE
DE ESA PRISIÓN.

¡AL FIN LIBRES!
¡MINIATURA Y YO, ÉRAMOS LIBRES!

GRACIAS AL DINERO QUE HABÍAMOS ENCONTRADO,
SI NO GASTÁBAMOS MUCHO,
PODRÍAMOS VIVIR ALGÚN TIEMPO.
...

NOS CAPTURARON Y NOS 
LLEVARON A SU GUARIDA

LLEGARON MIS PADRES...

SE ABALANZARON SOBRE MÍ
E INTENTARON ASFIXIARME.

Y NOS LLEVARON DE NUEVO
A SU CASA.


EL POBRE MINIATURA Y YO SOMOS
OTRA VEZ PRISIONEROS, PERO...

...¡SE ACABÓ! ¡NUNCA MÁS VOLVERÉ
A SER BUENA CON ESA GENTE!


Y LOS CHICOS DIBUJAN...
















Mientras dibujaban, reflexionaban la actitud de Carlota, solos ellos decían sobre las malas actitudes que tenía para con sus papás. Este libro, sirvió para verse reflejados y comprender cuándo no nos portamos tan bien. 
Nos divertimos mucho.
Algunos dibujos se omitieron ya que no se lograba una imagen clara.