Quizás te hayas cruzado con Adélais por las calles de París. Si es así, seguramente no lo recordarás porque, aunque se trata de una chica muy guapa, resulta casi imposible percibir su fino rostro y sus grandes ojos tras su larga cabellera. Cuando camina, siempre va con la cabeza gacha, mirando sus pies y pegada a las paredes. Si alguien le habla, su corazón empieza a latir con fuerza y es presa de unos temblores incontrolables.
Cuando se halla frente a las personas, sus mejillas se tornan rojas como un tomate y de su boca no puede salir ni una sola palabra.Antes, Adélais era la chica más tímida que pudiera existir, pero ahora actúa de esa forma para no destacar entre los demás, desde que un suceso increíble le cambió la vida: descubrió que podía hacerse invisible.
Ese día se sintió muy mal sólo de pensar que tenía que hablar con alguien, así que cerró los ojos y deseó ser invisible. Sucedió lo increíble: ¡desapareció de verdad! Se esfumó sólo unos segundos y finalmente reapareció. Al principio creyó que todo había sido un sueño, ya que quienes la rodeaban no reaccionaron con extrañeza. Pero, cuando llegó a la casa, se vio tentada a repetir la experiencia. Cerró los ojos, pidió nuevamente su deseo y se miró al espejo: no se reflejaba ninguna imagen. Adélais bajó la cabeza y allí donde debía estar su cuerpo no había nada. ¡Era completamente invisible! Podía desaparecer y reaparecer cuando quisiera.
Una vez pasado el primer momento de sorpresa, imaginó todo lo que podía aportarle ese poder. Invisible a ojos de los demás, la tímida Adélais pasaba buenos momentos, por donde pasaba se volaban los papeles por arte de magia.... Después las cosas empezaron a desaparecer.
En París se corre el rumor que por los barrios corre un ladrón especial.
Se dice que no se trata de uno común y corriente, ya que sólo roba a las personas deshonestas que se enriquecen a costa de las desgracias ajenas y todo lo que sustrae lo deposita en la puerta de la casa de los más necesitados...
Lo único que no puede depositar es su corazón herido.
Ella va invisiblemente por las calles, acercándose a todo aquel a quien le dejara un mensaje...
Adélais, encontró una forma para vivir, creyendo que es feliz...