BUBONIS

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miércoles, 27 de julio de 2011

ENAMORADOS

"Enamorados"..., es un cuento para niños y no tan niños.Es un cuento para soñar y pensar en todas las cosas que sienten y hacen las personas cuando se enamoran.
Con las ilustraciones de Rébecca Dautremer, una genia en su arte, vamos por mundos maravillosos y llenos de ilusiones y alegrías.
Esta es una publicación de Ed Edelvives, junto con escaneos y algunas imágenes de la web.
Después de leer este cuento, nos preguntaremos... : ¿Estaremos enamorados?




Érase una vez Ernesto, un niño a quien le gustaba mucho (fastidiar a ) una niña.

Y érase Salomé, la niña que fue a contar a su mamá todo lo que Ernesto le había hecho.
Todo:
Le había tirado del pelo.
Le había quitado el sombrero.
Le había arrancado las gafas, a propósito.
Entonces su mamá le dijo que sin duda Ernesto era un poco bruto y que seguramente lo que pasaba era que quería jugar con ella, pero que no sabía cómo decírselo.

Y la mamá le dijo también que Ernesto, sin duda, estaba enamorado de Salomé.

En el recreo, Candela dijo:

-¡Enamorado de Salomé!
Y ¿qué es estar enamorado?



Salomé tampoco sabía qué era aquella cosa morada.
Guillermo lo que sabía era que se cae rendido de amor.
Salomé se había caído muchas veces de la bicicleta, ¡pero de amor, nunca!





- ¡Los enamorados son cosas de cuentos! –dijo Mateo.
- ¡Ah, sí!
- Con príncipes y princesas.
- ¿Con vestidos muy bonitos?
- ¿Y con espadas?
- ¿Y reyes?
- ¿Y reinas?
- ¡Y dragones!


-Entonces, ¿los enamorados son de mentira? –preguntó Salomé.

Nicolás creía que cuando alguien está enamorado se pone triste, le da como vergüenza y se le pone la cara roja.
-¡Es estar hpnotizado! –dijo Lucas.


Salomé comprendió, entonces, que estar enamorado es volverse un poco loco.

La pequeña Micaela había oído algo de un rayo que te atraviesa.
- ¡Es de fuego!
- ¿Y quema?
- ¡Es un relámpago!
- ¡Es una tormenta!
- ¿Entonces llueve?
- preguntó Lorena.


Y Salomé llegó a la conclusión de que ¡hay que llevar paraguas para estar enamorados!

Pero Tomás dijo que estar enamorado es una cosa del corazón.
- ¿Quiere decir que te duele el corazón?
- ¿Y te da fiebre también?
- ¿Y no puedes hablar?
- ¿Entonces no puedes hablar?
- ¿Entonces te pones enfermo?


- ¡Qué cansado debe ser estar enamorado! Suspiró Salomé.

- ¡Hay que ser dos para estar enamorados! –aseguró Lucas.

- ¿Y uno solo no se puede?
- ¿Y tres?
- ¿Y cuatro?
- ¡Ah, ahhh, todos enamorados!


- Pero por fin, ¿cuántos tienen que ser? – preguntó Salomé.

Ana sabía que estar enamorado es para casarse, sin duda.
- Es para los señores.
- ¡Y las señoras!
- ¡Es para los papás y las mamás!


“Entonces, ¡hay que ser mayor para estar enamorado!”, pensó Salomé.

-¡Puff! Estar enamorado eso no pasa nunca – suspiró Leonardo.

-¡Si que pasa, cada día!
- ¡Y es para siempre!
- ¿Y para cinco minutos no?
- ¡No!, ¡es para toda la vida!


- ¡Oh!, pero eso es demasiado tiempo, ¿no? – dijo Salomé.
- ¡Estar enamorado es algo muy importante! – decretó Manuela.
- ¡Es para la profesora!
- ¡Es para tu mejor amiga!
- ¿Entonces, es sólo para las chicas?
- ¡Claro que no!


- No!, ¡es sólo para los chicos! – gritó Salomé.


Serena soltó una risita, porque los enamorados ¡se dan besos!

- ¡Y se dan la mano!
- ¡Estar enamorados es para hacer bebés!
- ¡Uhh, uhhh!


- ¿Por casualidad no habrá que ir desnudo para estar enamorado? – sugirió Salomé.
- ¡Enamorados, es estar como en un sueño! –dijo Jacobo.

- ¡Es como flotar en el cielo! –añadió Mauricio.
- Con flores.
- ¡Y tener alas!
-         Y Salomé concluyó que para estar enamorado hay que ser un ángel.

Entonces llegó Ernesto (el enamorado) para traquetear una vez más a Salomé, y tirarle la cartera y pisarle el abrigo, a propósito.

¡Y nadie dijo ni una sola palabra!

Y Salomé pensó ¡que sus amigos tendrían que explicarle a Ernesto, urgentemente, lo que significa estar enamorado!

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