BUBONIS

BUBONIS

jueves, 21 de octubre de 2010

NUEVAMENTE

Y vuelvo a caer…

Y vuelvo a sentir el dolor
de la traición anticipada.
Del dolor que penetra.
Suave brisa de primavera.
Cálida templanza de sueños.
Rugir de latidos continuos
que tornan frágil el alma.
Todo se calma.
Quietud inquietante,
tensa espera.
Y se delata, y se siente,
no hay dudas, no hay consuelo.
La daga dio en el centro.
Rasgó el alma, destruyó sueños.
La daga soltó la sangre vibrante,
La dejó ir, le donó al mar,
al mar azul, ese que se lleva
los tesoros del alma.
Y se ve ir, parte, se aleja…
Y se ve ir, se reparte, me aleja…







lunes, 11 de octubre de 2010

TIEMPO

Para todo hace falta tiempo.
La semilla aguarda la primavera para caer en la tierra húmeda.
A su tiempo, un tallo delicado crece buscando el sol.
Con el tiempo una ronda de hojas lo oculta.
Si hay buen tiempo una hoja se pone fuerte, y el botón que salió de su lado se transforma en flor.
Será tiempo de abejas y mariposas.
Otro tiempo vendrá después para las dulces frutas.
Este libro fue escrito un año antes de ser impreso, y para leerlo tú necesitas tu tiempo.
Un momento de luz de tus ojos brillantes.

Del libro: Libro de Cabecera, de Pipo Pescador

lunes, 4 de octubre de 2010

SAN FRANCISCO DE ASIS

4 de octubre

San Francisco de Asís

…comerciante, deseoso de ser caballero, cristiano reciclado, peregrino itinerante, iniciador di una fraternidad de hermanos menores (de la que conservó sólo el título de hermano), muerto como deseaba entre sus hermanos el 3 de octubre de 1226 con 44 años de edad. Canonizado por el papa Gregorio IX dos años después.

"Altísimo, omnipotente, buen Señor,
a Ti solo la alabanza, la gloria, el honor y toda bendición,
A Ti sólo, Altísimo, te corresponden,
y ningún hombre es digno de mencionarte."

Palabras tuyas, Francisco, del inicio de una oración de alabanza, quizás la más famosa, el Cántico del Hermano Sol. Te empeñabas en resaltar siempre el Sujeto de tus alabanzas. Siempre el mismo: el Señor. De Él, que es "el Bien, todo el Bien, el sumo Bien, todo Bien", viene todo. Desaparece el yo o mejor se reencuentra en tanta sinfonía de Bien. Una infinita Bendición que desciende sobre nosotros y a Él es restituida con palabras bendecidoras y acciones concretas.
Con estas palabras tuyas, bendecimos también nosotros al Señor por tu vida, vivida según el Evangelio: "Altísimo, omnipotente, buen Señor, loado seas por el hermano Francisco de Asís, porque su vida continúa hablándonos de Ti. Y nos encamina hacia Ti", con las actitudes que prefería: la alabanza, el servicio alegre y humilde a todo hombre.

"Alabad y bendecid a mi Señor y dadle gracias
y servidle con gran humildad"