BUBONIS

BUBONIS

martes, 31 de enero de 2012

LA MENTE Y LA MEDICINA


— ¿,Quién le enseñó eso, doctor?
— El sufrimiento — respondió en seguida el médico.

Albert Camus, La peste

Un ligero dolor en la ingle me obligó a visitar al médico. Todo parecía muy normal hasta que el análisis
de orina reveló la presencia de rastros de sangre.
—Quisiera que fuera al hospital a que le hicieran una citología renal —me comentó el doctor, con tono
distante.
No recuerdo nada de lo que dijo a continuación porque mí mente pareció quedarse atrapada en la
palabra citología... ¡cáncer!
Sólo tengo un recuerdo muy vago de lo que me dijo acerca del día y el lugar en que debía hacerme la
prueba. Y, aunque se trataba de unas indicaciones muy sencillas, tuvo que repetírmelas tres o cuatro veces
porque mi mente parecía resistirse a olvidar la palabra citología y me sentía como si me acabaran de atracar
frente a la puerta de mi propia casa.
Pero ¿de dónde provenía una reacción tan desproporcionada?
El médico se había limitado a hacer su trabajo tratando de rastrear todas las posibles ramificaciones
que le permitieran emitir un buen diagnóstico. Poco importaba, en aquel momento, que la probabilidad racional
de padecer cáncer fuera mínima, porque el reino de la enfermedad está dominado por la emoción y por el
miedo. Nuestra fragilidad emocional ante la enfermedad se asienta en la creencia de que somos invulnerables,
una creencia que la enfermedad -especialmente la enfermedad grave— hace añicos, destruyendo así la
seguridad e invulnerabilidad de nuestro universo privado y volviéndonos súbitamente débiles, desamparados e
indefensos.
El problema estriba en que el personal sanitario se ocupa de las dolencias físicas pero suele descuidar
las reacciones emocionales de sus pacientes. Y esta falta de atención hacia la realidad emocional del enfermo
soslaya la creciente evidencia que demuestra el papel fundamental que desempeña el estado emocional en la
vulnerabilidad a la enfermedad y en la prontitud del proceso de recuperación. Lamentablemente, sin embargo,
la atención médica moderna no suele caracterizarse por ser emocionalmente muy inteligente.
El hecho es que la entrevista con una enfermera o con un médico debería ser una oportunidad para
obtener una información tranquilizadora, amable y afectuosa y no, como suele ocurrir, una invitación a la
desesperanza. No es infrecuente que los profesionales clínicos tengan demasiada prisa o se muestren
indiferentes ante la angustia de sus pacientes. A decir verdad, también hay enfermeras y médicos compasivos
que dedican tiempo a tranquilizar, informar y medicar de la manera adecuada, pero la tendencia general parece
abocarnos a un universo profesional en el que los imperativos institucionales transforman al personal sanitario
en alguien demasiado indiferente a la vulnerabilidad de sus pacientes o demasiado presionado como para
poder hacer algo al respecto. Y, si tenemos en cuenta la cruda realidad de un sistema sanitario cada vez más
mediatizado por las cuestiones económicas, no parece que las cosas vayan a mejorar.
Más allá de las motivaciones humanitarias de que la labor del médico consiste tanto en cuidar como en
curar, existen otras importantes razones que nos inducen a pensar que la realidad psicológica y sociológica de
los pacientes compete también al dominio de la medicina. Existen pruebas claras de que la eficacia preventiva
y curativa de la medicina podría verse potenciada si no se limitara a la condición clínica de los pacientes sino
que tuviera también en cuenta su estado emocional. Obviamente, esto no es aplicable a todos los individuos y
a todas las condiciones, pero el análisis de los datos procedentes de miles de casos nos permite afirmar hoy,
sin ningún género de dudas, las ventajas clínicas que conlleva una intervención emocional en el tratamiento
médico de las enfermedades graves.
Históricamente hablando, la medicina moderna se ha ocupado de la curación de la enfermedad (del
desorden clínico) dejando de lado el sufrimiento (la vivencia que el paciente tiene de su enfermedad). Los
pacientes, por su parte, se han visto obligados a compartir este punto de vista y a sumarse a una conspiración
silenciosa que trata de ocultar las reacciones emocionales suscitadas por la enfermedad o a desdeñarías
como algo completamente irrelevante para el curso de la misma, una actitud que se ve reforzada, asimismo,
por un modelo médico que rechaza de pleno la idea misma de que la mente tenga alguna influencia
significativa sobre el cuerpo.
No obstante, en el polo opuesto nos encontramos con una ideología igualmente contraproducente, la
creencia de que somos los principales artífices de nuestras enfermedades, la creencia de que basta con
afirmar que somos felices y salmodiar una retahíla de afirmaciones positivas para curarnos de las más graves
dolencias. Pero esta panacea retórica que magnifica la influencia de la mente sobre la enfermedad no hace
sino crear más confusión y aumentar la sensación de culpabilidad del paciente, como si la enfermedad fuera el
testimonio palpable de un estigma moral o de una falta de valía espiritual.
La actitud justa está entre ambos extremos. Trataré, a continuación, de revisar la información científica
disponible para poner de relieve estas contradicciones y aclarar con más precisión el peso de las emociones
—y, en consecuencia, de la inteligencia emocional— en el curso de la salud y de la enfermedad.

Del libro “ La Inteligencia Emocional”, de Daniel Goleman, Parte III, Inteligencia Emocional Aplicada.

lunes, 30 de enero de 2012

DESDE EL CIELO BUSCA MI BIEN

"Siento que te seré mucho más útil en el cielo que sobre la tierra... Cuento con no permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es continuar trabajando por las almas... Si yo dejo el campo de batalla no es con el deseo egoísta de descansar; el pensamiento de la felicidad eterna apenas logra estremecer mi corazón... "

Santa Teresa de Lisieux, Carta al P. Roulland del 14/07/1897

domingo, 29 de enero de 2012

TRIBUTO A SANDRO

En el programa de Susana Giménez, en agosto, se presenta, Fernando Sanmartín,  para anunciar la comedia musical que transita la vida de Sandro. Lo que sorprende es la semejanza que hay con el Gitano.
Imperdible...

viernes, 27 de enero de 2012

LIPPEN SCHWEIGEN

LOS LABIOS EN SILENCIO

Anna Netrebko & Placido Domingo





De la Opèra “La viuda alegre“, estrenada en Viena en 1905, es una inmortal obra 


maestra de este género que comenzó su marcha triunfal alrededor del mundo 


desde la metrópoli del Danubio. 

La historia trata de una millonaria recientemente enviudada a la que proporcionan 



por razón de Estado un marido para casarse. 



CRISTIAN TURDERA

Nació Buenos Aires, Argentina.
Ilustrador y diseñador gráfico, combina ambas disciplinas sin poder separar una de otra. Disfruta ilustrando todo: libros, juguetes, agendas, stickers, puzzles, afiches, revistas, películas, discos, calendarios, publicidades o vinilos.
Sus libros han sido publicados en Argentina, Francia, México y España.

Su sitio: http://www.cristianturdera.com/

Algunas de sus imágenes...






Y mi favorita...

martes, 24 de enero de 2012

PASIONAL

Otra versión del mejor tango, a mi parecer, la clara voz de Baglietto y los arreglos de Lito Vitale , hacen de este tango una versión enriquecida.

sábado, 21 de enero de 2012

EL CONTROL DE LA TRISTEZA

La tristeza es el estado de ánimo del que la gente más quiere despojarse y Diane Tice descubrió que las estrategias para conseguirlo son muy variadas. Sin embargo, no debería evitarse toda tristeza porque, al igual que ocurre con cualquier otro estado de ánimo, tiene sus facetas positivas.
La tristeza que provoca una pérdida irreparable, por ejemplo, suele ir acompañada de ciertas consecuencias: disminuye el interés por los placeres y diversiones, fija la atención en aquello que se ha perdido e impone una pausa momentánea que
renueva nuestra energía para permitirnos acometer nuevas empresas. La tristeza, en suma, proporciona una especie de refugio reflexivo frente a los afanes y ocupaciones de la vida cotidiana, que nos sume en un periodo
de retiro y de duelo necesario para asimilar nuestra pérdida, un período en el que podemos ponderar su significado, llevar a cabo los ajustes psicológicos pertinentes y, por último, establecer nuevos planes que permitan que nuestra vida siga adelante. Pero, si bien la tristeza es útil, la depresión, en cambio, no lo es. William Styron nos brinda una elocuente descripción de «las múltiples manifestaciones de la postración», entre las que se cuentan el «odio
hacia uno mismo», «la falta de autoestima», «la pesadumbre enfermiza» que va acompañada de una «sombría constricción, cierta sensación de sobrecogimiento y alienación y, por encima de todo, de una ansiedad abrumadora». También podemos enumerar las secuelas intelectuales que acompañan a ese estado:
«confusión, imposibilidad de concentrarse y pérdida de memoria» y, en un nivel más intenso, la mente se ve «caóticamente distorsionada» y «los procesos mentales se ven arrastrados por una marea tóxica y abyecta que impide cualquier posible respuesta satisfactoria al mundo en que uno vive». Además, este estado
también tiene sus correlatos físicos: el insomnio, la apatía, «una sensación de embotamiento, nerviosismo y, más concretamente, una extraña fragilidad» que van acompañados de «un inquietante desasosiego». A todo ello debemos añadir también la disminución de la capacidad de gozar de las situaciones: «todas las facetas de la sensibilidad se vuelven difusas y hasta la comida parece completamente insípida».
Señalemos, por último, que toda esperanza se disipa dejando el residuo de una «gris llovizna de congoja» que genera una
desesperación tan palpable como el dolor físico, un dolor tan insoportable que la única solución posible parece ser el suicidio. En el caso de una depresión mayor como la descrita, la vida se paraliza y parece que no exista la
menor alternativa para salir de la situación. Los mismos síntomas de la depresión indican que el flujo de la vida ha quedado estancado. En el caso de Styron, la medicación y la terapia no sirvieron de gran cosa sino que fue
el paso del tiempo y el internamiento en un hospital lo que finalmente despejó su abatimiento. Pero, en lo que se refiere a la mayoría de las personas, especialmente a aquéllas aquejadas de depresiones más benignas, la psicoterapia y la medicación pueden ser de gran ayuda. El Prozac es el tratamiento de moda, pero existe más de una docena de fármacos que pueden ser útiles para tratar la depresión.
Sin embargo, mi principal centro de interés es la tristeza común, o la simple melancolía que, en sus manifestaciones más extremas, puede llegar a convertirse, técnicamente hablando, en una «depresión subclínica». Las personas con suficientes recursos internos pueden manejar por sí solas este tipo de melancolía pero, por desgracia, algunas de las estrategias más frecuentemente empleadas resultan francamente perjudiciales y no hacen más que empeorar la situación. Una de estas estrategias consiste en aislarse, lo cual, si bien puede resultar atractivo cuando nos sentimos abatidos, también contribuye a
aumentar nuestra sensación de soledad y desamparo. Esto puede explicar, en parte, por qué Tice constató que la táctica más extendida para combatir la depresión son las actividades sociales, es decir, salir a comer, ir a ver un acontecimiento deportivo o al cine; en resumen, compartir algún tipo de actividad con los amigos o con la familia. Este tipo de actividades puede ser muy eficaz siempre que quede claro que el objetivo que se pretende lograr es que la mente se olvide de su tristeza porque, en caso contrario, sólo conseguirá perpetuar su estado de ánimo.
En realidad, uno de los principales determinantes de la duración y la intensidad de un estado depresivo es el grado de obsesión de la persona. Preocuparse por aquello que nos deprime sólo contribuye a que la depresión se agudice y se prolongue más todavía. En la depresión, la preocupación puede adoptar diferentes
formas, aunque, sin embargo, todas ellas se focalizan en algún aspecto de la depresión misma como, por ejemplo, el agotamiento, la escasa motivación, la faltade energía o el poco rendimiento.
Pero, por regla general, ninguno de estos pensamientos va acompañado de una acción decidida a subsanar el problema. Según la psicóloga de Stanford Susan Nolen—Hoeksma, que se ha ocupado de estudiar a fondo el pensamiento obsesivo en las personas deprimidas, otras estrategias habituales son las de
«aislarse, dar vueltas a lo mal que nos sentimos, temer que nuestra pareja se aburra de nosotros y pueda llegar a abandonarnos o no dejar de preguntarnos si vamos a padecer otra noche de insomnio».
La persona deprimida puede tratar de justificar este tipo de comportamiento aduciendo que «sólo intenta conocerse
mejor a sí misma». Pero el hecho es que, en la mayoría de los casos, el deprimido sólo se dedica a alimentar el sentimiento de tristeza sin ocuparse de hacer nada que pueda sacarle realmente de su estado de ánimo. La terapia puede resultar muy útil a la hora de reflexionar sobre las causas profundas de la depresión,
siempre que no se trate de una mera inmersión pasiva —que sólo contribuye a empeorar la situación y nos permita acceder a visiones o a acciones tendentes a cambiar las condiciones que la motivaron—.

...


Según Nolen—Hoeksma, las mujeres son más proclives que los hombres a obsesionarse cuando están deprimidas, lo cual podría explicar el hecho de que la cifra de mujeres diagnosticadas de depresión duplique a la de hombres. Obviamente, éste no es el único factor que tener en cuenta, porque las mujeres también son más proclives a expresar abiertamente su angustia y tienen más motivos para deprimirse. Los hombres, por su parte, como muestran las estadísticas, doblan a las mujeres en su predisposición a ahogar sus penas en
alcohol.
Ciertas investigaciones han puesto de manifiesto que la terapia cognitiva orientada a modificar estas pautas de pensamiento resulta tan eficaz como la medicación a la hora de tratar la depresión leve, y es superior a ella en cuanto a prevenir su retorno.
Dos estrategias, en concreto, se han mostrado especialmente eficaces en esta lucha: una de ellas consiste en aprender a afrontar los pensamientos que se esconden en el mismo núcleo de la obsesión, cuestionar su validez y considerar alternativas más positivas. La otra consiste en establecer deliberadamente un programa de actividades agradables que procure alguna clase de distracción.
Una de las razones por las cuales la distracción puede ser un remedio eficaz es que los pensamientos depresivos tienen un carácter automático y se introducen de manera inesperada en la mente. Aun en el caso de que la persona deprimida trate de eliminar los pensamientos obsesivos, no resulta fácil conseguirlo.
Una vez que el tren de los pensamientos depresivos se ha puesto en marcha resulta muy difícil detener el continuo proceso de asociaciones mentales que desencadena. Un estudio realizado con personas deprimidas a quienes se pidió que ordenaran frases con palabras desordenadas al azar, tuvieron mucho más
éxito con los mensajes negativos («el futuro me parece sombrío») que con los más optimistas («el futuro me parece espléndido»). La depresión es un estado de ánimo que tiende a perpetuarse y a eclipsar incluso las
distracciones elegidas por el sujeto. Cuando Richard Wenzlaff, psicólogo de la Universidad de Texas, llevó a cabo una investigación en la que proporcionó a varias personas deprimidas una lista de actividades para apartar de sus mentes un hecho triste como, por ejemplo, la muerte de un amigo, casi todos ellos eligieron las alternativas menos risueñas.
En su opinión, las personas deprimidas deben hacer el sobreesfuerzo de prestar atención a algo que pueda animarles y poner un cuidado especial en no elegir inconscientemente todo aquello que les hunda nuevamente (como, por ejemplo, una película o una novela muy triste).

Del libroÑ: "La Inteligencia Emocional" de Daniel Goleman

viernes, 20 de enero de 2012

CUANDO LA COGNICION NO BASTA


Cuando pregunté a Gardner sobre su insistencia en la preponderancia del pensamiento sobre el
sentimiento, o en la metacognición más que en las emociones mismas, reconoció que su visión de la
inteligencia se atenía al modelo cognitivo pero añadió: «cuando escribí por vez primera sobre las inteligencias
personales , podría, en realidad, a las emociones, especialmente en lo que atañe a la noción de la inteligencia
intrapersonal, uno de cuyos aspectos principales es la capacidad para sintonizar con las propias emociones.
Por otro lado, las señales viscerales que nos envian los sentimientos también resultan decisivas para la
inteligencia interpersonal, pero, a medida que ha ido desarrollándose, la teoría de la inteligencia múltiple ha
evolucionado hasta centrarse más en la metacognición -es decir, en la toma de conciencia de los propios
procesos mentales, que en el amplio espectro de las habilidades emocionales».
Aun así, Gardner se da perfecta cuenta de lo decisivas que son, en lo que respecta a la confusión y la
violencia de la vida, las aptitudes emocionales y sociales, y subraya que «muchas personas con un elevado CI
de 160 (aunque con escasa inteligencia intrapersonal) trabajan para gente que no supera el CI de 100 (pero
que tiene muy desarrollada la inteligencia intrapersonal) y que en la vida cotidiana no existe nada más
importante que la inteligencia intrapersonal ya que, a falta de ella, no acertaremos en la elección de la pareja
con quien vamos a contraer matrimonio, en la elección del puesto de trabajo, etcétera. Es necesario que la
escuela se ocupe de educar a los niños en el desarrollo de las inteligencias personales».

Del libro: La Inteligencia Emocional, de Daniel Goleman

jueves, 19 de enero de 2012

SUAVES SENSACIONES NATURALES

Caminar en una noche de primavera, donde al andar, la suave brisa remueva mi pelo y no sentir cansancio, respirar ese aroma inesperado de flores recién nacidas, levantar la cabeza y dejar que el aire fresco me envuelva...


Andar en auto y ver, en las noches de otoño, las hojas secas, cual perlas doradas, moverse en la calle, sobre el pavimento negro, iluminadas por las luces, bailando danzas nuevas, haciendo remolinos, formando olas...


Sentarse a la vera de un río, a la mesa, con mantel blanco, y sentir como la tela suave se mece por la brisa y acaricia mis piernas...


Caminar, en una tarde fresca, por un camino oscurecido por dos columnas infinitas  de álamos y escuchar el susurro de sus hojas, cual protección de Dios...


Terminar un libro y quedarse con un nudo en la garganta de emoción descontrolada...


Recostarse sobre sábanas de puro algodón, recién lavadas, frescas, planas, lisas...


Salir a caminar, en una mañana muy fría de invierno, cuando aún sólo las panaderías y los puestos de diarios hablan y se dejan oler, sentir que el sol nos toca, casi en paralelo con la Tierra, y ver esfumarse nuestra sombra, para perderse al caminar vivo, al igual que el vapor que sale de nuestro interior...


El instante previo a dormirse, el segundo anterior al descanso y al aplomo de la mente...


Tener en brazos un bebé, dejar que se duerma, mientras nos dejamos sostener por su manito agarrada a la nuestra...


Volar...

lunes, 16 de enero de 2012

BOB GRAHAM - ILUSTRADOR

Nació en 1942, en Australia, en las afueras de Sidney. Fue de grande, habiendo terminado el colegio secundario, cuando empezó a dibujar y a escribir pequeñas historias infantiles, fue por eso que estudió en una escuela de Arte. Está nominado a los premios C. Andersen por dedicarse, justamente a la ilustración de libros infantiles.
Algunas de sus obras:







Y mi favorita... del libro: "Cómo curar un ala rota"


Sitio en donde se encuentra bastante información de la obra:   http://www.jacketflap.com/bob-graham

VOLUNTADES ANTICIPADAS

España
Abogados elaboran un modelo de voluntades 

anticipadas
Durante el mes de agosto hemos estado

 viviendo una situación totalmente ridícula y

 humillante para médicos y

 enfermeras.25/09/2011
Hemos asistido a un debate mediático sobre la vida o la

 muerte de un ser humano, debate entre la familia de 

una anciana que no podía expresar su voluntad, y la

 Junata de Anf¡dalucía, organismo político y sin ninguna

 formación sanitaria. 

Ahora es un grupo de abogados los que se deciden a elaborar

 un modelo de voluntades anticipads para que los ancianos 

y enfermos puedan protegerse de las decisiones de "otros".

 Me parece lamentable que se llegue a una situación de 

defensa ante la familia y los políticos.

Reproducimos a continuación la nota de prensa de la 

"Asociación de Abogados Cristianos"



NOTA DE PRENSA

PONEN A DISPOSICIÓN UN MODELO DE “VOLUNTADES 

ANTICIPADES” QUE LES PROTEJA DE LA PRAXIS “RAMONA ESTÉVEZ”

Abogados elaboran un modelo para protegerse frente a la

 Ley de Muerte Digna

• La anciana Ramona Estévez falleció por inanición y

 deshidratación por decisión de la Junta de Andalucía. 

• La Asociación de Abogados Cristianos ha elaborado un 

documento denominado “Voluntades Anticipadas” que 

permitirá a ancianos y enfermos protegerse frente a 

decisiones de terceros sobre su propia vida.

• Se repartirán 20.000 ejemplares en residencias de 

ancianos, centros cívicos y hospitales.

• AEAC condena la decisión de la Junta de Andalucía de 

dejar “morir de hambre y sed” a una enferma. AEAC

 recuerda que tan solo hace una semana presentó un 

de consolidar la práctica de Eutanasias encubiertas.


10 DE JULIO DE 2011. La Asociación Estatal de 

Abogados Cristianos (AEAC), consternada ante 

el fallecimiento de Ramona Estévez, fallecida

 por inanición y deshidratación gracias a la decisión

 de la Junta Andalucía, ha elaborado un modelo de 

“Voluntades Anticipadas” que servirá a ancianos y enfermos

 para evitar ser desasistidos y morir de modo tan

 deshumanizado.

Este documento, elaborado a raíz de consultas planteadas

 por ancianos alertados por el precedente del caso 

“Ramona Estévez” permitirá a personas impedidas o en

 situación de inhabilitación protegerse frente a decisiones de

 terceros que puedan atentar contra su derecho a la vida. La 

Asociación AEAC pondrá en marcha la próxima semana una 

campaña de información ciudadana para alertar, como ya 

hizo en un informe presentado ante instituciones europeas

sobre la voluntad política de consolidar las prácticas

 eutanásicas y eugenésicas a través de la vía de los hechos.

 Se repartirán 20.000 ejemplares del modelo en residencias, 

hospitales y centros de mayores a través de las redes 

asistenciales y grupos de voluntarios.

Polonia Castellanos, presidenta de AEAC, alerta que

 “desafortunadamente una vez más se ha avanzado en hoja

 de ruta de legalización de la Eutanasia que pasa por

 amparar casos concretos y obtener respaldo con algunas 

sentencias favorables. La vía de los hechos es la especialidad

 del PSOE, así lo han hecho con las diferentes leyes del aborto”.

Además, Castellanos, advierte de que se están coordinando 

medidas para acudir a altas instancias judiciales, pues se

 entiende que “amparándose en una Ley de rango 

autonómico se está violando en código penal en vigor:

 negar la alimentación e hidratación a un enfermo constituye 

un flagrante delito en la legislación de nuestro país.”



(Se adjunta MODELO más abajo, y 


accesible en www.abogadoscristianos.es)



DECLARACIÓN DE VOLUNTAD ANTICIPADA

A mi familia, a mi médico y a mi notario:

Si me llega el momento en que no pueda expresar mi voluntad

 acerca de los tratamientos médicos que se me vayan a aplica

r, deseo y pido que esta Declaración sea considerada como

 expresión formal de mi voluntad, presente y futura, asumida

 de forma consciente, responsable y libre, y que sea respetada

 como si se tratara de un testamento.

Yo,…................................................., pido que se respete 

mi vida y se proteja hasta el último momento, tal y como

 consagra la Constitución Española, pido que no se me 

aplique, la eutanasia activa, ni pasiva y que se me 

administren los tratamientos adecuados para paliar los

 sufrimientos y la alimentación e hidratación necesarias para

 mantenerme con vida.

Pido igualmente ayuda para asumir cristiana y humanamente

 mi propia muerte. Deseo poder prepararme para este 

acontecimiento final de mi existencia, en paz, con la 

compañía de mis seres queridos y el consuelo de mi fe cristiana.

Asimismo solicito, que esta voluntad que expongo aquí, y 

que es la propia del que suscribe, no pueda ser tergiversada, 

alterada y/o modificada por ninguna persona ni 

profesional, habida cuenta que en el momento presente el 

que expone es plenamente capaz, de hecho y de derecho

 y tiene el expreso deseo de prever su futuro y de que se

 respete su voluntad.

Suscribo esta Declaración después de una madura reflexión. 

Y pido que los que tengáis que cuidarme respetéis mi 

voluntad. Soy consciente de que os pido una grave

 y difícil responsabilidad. Precisamente para compartirla con

 vosotros y para atenuaros cualquier posible sentimiento 

de culpa, he redactado y firmo esta declaración, para que 

se inscriba en el Registro de voluntades que corresponda

 y en cualquier caso se respete como voluntad clara y 

definitiva.

Firma:

Fecha:

                                     __________________________________________________________

Información obtenida de:     http://www.bioeticacs.org/