BUBONIS

BUBONIS

martes, 31 de julio de 2012

HOMILÍA DEL SR. ARZOBISPO DE BUENOS AIRES, CARDENAL JORGE MARIO BERGOGLIO, EN LA FIESTA PATRONAL DE SAN PANTALEÓN

Desgrabación de la Homilía del Sr. Arzobispo de Buenos Aires Cardenal Jorge Mario Bergoglio s.j., en el Santuario de San Pantaleón con motivo de su Fiesta Patronal

En la primera lectura del Profeta Isaías escuchamos: “Qué hermosos son los pasos sobre la montaña, del que trae la Buena Noticia, del que proclama la paz, del que anuncia la felicidad”. Y en el Evangelio escuchamos a Jesús desde la montaña, desde el monte. Y El ha venido a traernos una Buena Noticia, a proclamar la paz, a anunciar la felicidad. Y desde esa montaña nos indica el camino para esa felicidad, es un camino que cuesta entenderlo porque parece un camino al revés y sin embargo el Señor nos marca el rumbo mirando el fin: el que va por este camino es feliz, tarde o temprano, es feliz.

A veces uno se pregunta como puede ser feliz un pobre de corazón, porque su único tesoro es el reino de los cielos; a ése que tiene el corazón despojado, sin tanta chuchería mundana... a ése lo espera el reino de los cielos. Cómo pueden ser felices los que lloran? Bienaventurados los que lloran, porque esos serán consolados. El que no sintió alguna vez en la vida la tristeza, la angustia, el dolor nunca va a conocer la caricia del consuelo; es tan linda la caricia del consuelo... Uno podría decir que una maldición, gitana o no gitana, que le puede desear a otro sería “Ojalá que no puedas llorar nunca”... pobre el hombre o la mujer que tenga el corazón de piedra y no pueda llorar, por eso felices los que lloran porque tienen capacidad de conmoverse, tienen capacidad de percibir desde su corazón, tanto dolor suelto, tanto dolor que tiene en su propia vida. Esos serán felices! porque serán consolados por la tierna mano del Padre Dios que los consuela y los acaricia.

Bienaventurados los pacientes! Nosotros que somos impacientes, nerviosos... que por cualquier cosa nos quejamos... Cuántas veces andamos a los gritos?? Bajemos el tono hacia la paciencia; nos impacientamos, cualquier cosa nos hace explotar, las exigencias... Miremos a esas mujeres que son madres, madrazas, buenas madres y miremos la paciencia que tienen para con sus hijos; como los van acompañando a lo largo de la vida. La paciencia frente al dolor... El que se pone nervioso por cualquier cosa termina con los cables pelados, ¿o no? Entonces no hay que ponerse nervioso. Además, el que está exigiendo, imponiéndose a los gritos o con nervios o con autoridad en el fondo se la creyó, que es el patrón del mundo y no es así; somos todos hijos de Dios.

Y por eso el Señor nos dice que el camino es el de la paciencia; es el camino que usó Jesús... el de la paciencia. Ya de chiquito, cuando era un niño de pecho tuvo que aguantar el destierro y después la calumnia, la difamación, la desinformación, de todos sus enemigos; tuvo que aguantar un tribunal injusto y se la bancó... Tuvo que aguantar la cruz y eso con amor. El Señor de la paciencia. Entonces Jesús nos dice: Felices los pacientes porque el que tenga paciencia va a heredar la tierra. Todos lo van a querer, todos lo van a amar, la paciencia del que escucha y del que aguanta porque para muchas cosas hay que tener aguante, ¿o no?

Felices los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados... Felices esos hombres y mujeres que no toleran una injusticia! Felices esos hombres y mujeres que no toleran que al hermano o a la hermana le hagan una injusticia, que le roben la vida, que lo sometan, que lo esclavicen. Felices! porque serán saciados de una gran justicia: la justicia que sólo viene de Dios.

Y ésta es la mas linda o por lo menos es la que mas me gusta a mí... Será porque como soy muy pecador es la que mas necesito. Felices los misericordiosos porque obtendrán misericordia. Feliz aquel que sabe perdonar, que tiene misericordia para los demás, que no anda condenando a cada rato a todo el mundo. Todos nosotros necesitamos que Dios nos tenga misericordia y por eso lo pedimos al comenzar la misa: “Señor ten piedad de nosotros”. Tené misericordia de nosotros porque todos tenemos fallas y necesitamos que El nos perdone... pero si nosotros no la tenemos con los demás no seremos felices! Abramos nuestros corazones a la misericordia de Dios o al revés, abrimos nuestro corazón porque nos damos cuenta de toda la misericordia que Dios tiene con nosotros. Le decimos continuamente: Perdoná nuestras ofensas, en el Padre Nuestro...pero no solo eso... sino que además decimos “Así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Esa es la misericordia.... pero Padre… si uno va por este camino juega a perdedor? El cristiano juega a perdedor! Esta claro eso? Acá no venimos ni para trepar, ni para acomodarnos ni para tener grandes fortunas sino que venimos para seguir a Jesús. Y El jugó a perdedor para ganar después en la resurrección, en la vida eterna; el camino de la misericordia, el camino del perdón, de hacerse el distraído frente al camino de las ofensas y no el de la venganza...

Felices los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios.... Vieron que hay gente que siempre está armando líos, siempre está llevando cuentos. Yo no sé si esto pasa acá pero vieron que hay gente que se la pasa llevando chismes de un lado a otro y esos no siembran paz. Siembran cizaña: son cizañeros. Esos no pueden ser felices. Los que siembran paz, son misericordiosos y pacientes serán llamados hijos de Dios. Porque nuestro Dios siembra paz; sembró a su Hijo entre nosotros que nos dio la paz!.

Por este camino vamos a tener la felicidad, y podríamos seguir. Pero quiero retomar algo tan lindo que escuchamos en la primera lectura: Qué hermosos son sobre la montaña los pasos del que trae la Buena Noticia, del que proclama la paz, del que anuncia la felicidad. Y es Jesús el que nos trae la paz y la felicidad pero por este camino que acabamos de escuchar; por eso entre la primera y la segunda lectura escuchamos ese salmo tan bonito: Feliz el hombre que no sigue el consejo del impío... el consejo malo que dice ¨devolvésela¨, ¨pegale, ¨hacele¨ïnsultá"... eso no sirve; ni tampoco va por el camino de los malos: ¨coimeá¨, ¨robá¨... ni frecuenta la reunión de los malvados: “A ver como podemos hacer caer a éste o a aquél otro”, sino feliz el hombre que se alegra en la ley del Señor y la medita día y noche. Y la ley del Señor son estas bienaventuranzas que hemos escuchado. que ustedes durante este año las han venido meditando en el Santuario, hasta tal punto de ir asimilándolas.

Hoy en el día del Santo Patrono, pidámosle esa gracia de tener un corazón despojado, la gracia de poder llorar. la gracia de la paciencia, la gracia de luchar y trabajar por la justicia, la gracia de ser misericordiosos, la gracia de trabajar por la paz, de sembrar paz y no guerra ni pelea. Este es el camino que nos va a hacer felices y no el otro de que termina ahí nomás.

Le pedimos hoy a nuestro Santo Patrono San Pantaleón, que nos ayude a caminar este camino que fue por el que él anduvo.

Que así sea.

Cardenal Jorge M. Bergoglio, s.j.

Buenos Aires, 27 de julio de 2012.



Foto: Desgrabación de la Homilía del Sr. Arzobispo de Buenos Aires Cardenal Jorge Mario Bergoglio s.j., en el Santuario de San Pantaleón con motivo de su Fiesta Patronal
 
En la primera lectura del Profeta Isaías escuchamos: “Qué hermosos son los pasos sobre la montaña, del que trae la Buena Noticia, del que proclama la paz, del que anuncia la felicidad”. Y en el Evangelio escuchamos a Jesús desde la montaña, desde el monte. Y El ha venido a traernos una Buena Noticia, a proclamar la paz, a anunciar la felicidad. Y desde esa montaña nos indica el camino para esa felicidad, es un camino que cuesta entenderlo porque parece un camino al revés y sin embargo el Señor nos marca el rumbo mirando el fin: el que va por este camino es feliz, tarde o temprano, es feliz.
 
A veces uno se pregunta como puede ser feliz un pobre de corazón, porque su único tesoro es el reino de los cielos; a ése que tiene el corazón despojado, sin tanta chuchería mundana... a ése lo espera el reino de los cielos. Cómo pueden ser felices los que lloran? Bienaventurados los que lloran, porque esos serán consolados. El que no sintió alguna vez en la vida la tristeza, la angustia, el dolor nunca va a conocer la caricia del consuelo; es tan linda la caricia del consuelo... Uno podría decir que una maldición, gitana o no gitana, que le puede desear a otro sería “Ojalá que no puedas llorar nunca”... pobre el hombre o la mujer que tenga el corazón de piedra y no pueda llorar, por eso felices los que lloran porque tienen capacidad de conmoverse, tienen capacidad de percibir desde su corazón, tanto dolor suelto, tanto dolor que tiene en su propia vida. Esos serán felices! porque serán consolados por la tierna mano del Padre Dios que los consuela y los acaricia.
 
Bienaventurados los pacientes! Nosotros que somos impacientes, nerviosos... que por cualquier cosa nos quejamos... Cuántas veces andamos a los gritos?? Bajemos el tono hacia la paciencia; nos impacientamos, cualquier cosa nos hace explotar, las exigencias... Miremos a esas mujeres que son madres, madrazas, buenas madres y miremos la paciencia que tienen para con sus hijos; como los van acompañando a lo largo de la vida. La paciencia frente al dolor... El que se pone nervioso por cualquier cosa termina con los cables pelados, ¿o no? Entonces no hay que ponerse nervioso. Además, el que está exigiendo, imponiéndose a los gritos o con nervios o con autoridad en el fondo se la creyó, que es el patrón del mundo y no es así; somos todos hijos de Dios.
 
Y por eso el Señor nos dice que el camino es el de la paciencia; es el camino que usó Jesús... el de la paciencia. Ya de chiquito, cuando era un niño de pecho tuvo que aguantar el destierro y después la calumnia, la difamación, la desinformación, de todos sus enemigos; tuvo que aguantar un tribunal injusto y se la bancó... Tuvo que aguantar la cruz y eso con amor. El Señor de la paciencia. Entonces Jesús nos dice: Felices los pacientes porque el que tenga paciencia va a heredar la tierra. Todos lo van a querer, todos lo van a amar, la paciencia del que escucha y del que aguanta porque para muchas cosas hay que tener aguante, ¿o no?
 
Felices los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados... Felices esos hombres y mujeres que no toleran una injusticia!  Felices esos hombres y mujeres que no toleran que al hermano o a la hermana le hagan una injusticia, que le roben la vida, que lo sometan, que lo esclavicen. Felices! porque serán saciados de una gran justicia: la justicia que sólo viene de Dios.
 
Y ésta es la mas linda o por lo menos es la que mas me gusta a mí... Será porque como soy muy pecador es la que mas necesito. Felices los misericordiosos porque obtendrán misericordia. Feliz aquel que sabe perdonar, que tiene misericordia para los demás, que no anda condenando a cada rato a todo el mundo. Todos nosotros necesitamos que Dios nos tenga misericordia y por eso lo pedimos al comenzar la misa: “Señor ten piedad de nosotros”. Tené misericordia de nosotros porque todos tenemos fallas y necesitamos que El nos perdone... pero si nosotros no la tenemos con los demás no seremos felices! Abramos nuestros corazones a la misericordia de Dios o al revés, abrimos nuestro corazón porque nos damos cuenta de toda la misericordia que Dios tiene con nosotros. Le decimos continuamente: Perdoná nuestras ofensas, en el Padre Nuestro...pero no solo eso... sino que además decimos “Así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.  Esa es la misericordia.... pero Padre… si uno va por este camino juega a perdedor? El cristiano juega a perdedor! Esta claro eso? Acá no venimos ni para trepar, ni para acomodarnos ni para tener grandes fortunas sino que venimos para seguir a Jesús. Y El jugó a perdedor para ganar después en la resurrección, en la vida eterna; el camino de la misericordia, el camino del perdón, de hacerse el distraído frente al camino de las ofensas y no el de la venganza...
 
Felices los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios.... Vieron que hay gente que siempre está armando líos, siempre está llevando cuentos. Yo no sé si esto pasa acá pero vieron que hay gente que se la pasa llevando chismes de un lado a otro y esos no siembran paz. Siembran cizaña: son cizañeros. Esos no pueden ser felices. Los que siembran paz, son misericordiosos y pacientes serán llamados hijos de Dios. Porque nuestro Dios siembra paz; sembró a su Hijo entre nosotros que nos dio la paz!.
 
Por este camino  vamos a tener la felicidad, y podríamos seguir. Pero quiero retomar algo tan lindo que escuchamos en la primera lectura: Qué hermosos son sobre la montaña los pasos del que trae la Buena Noticia, del que proclama la paz, del que anuncia la felicidad. Y es Jesús el que nos trae la paz y la felicidad pero por este camino que acabamos de escuchar; por eso entre la primera y la segunda lectura escuchamos ese salmo tan bonito: Feliz el hombre que no sigue el consejo del impío... el consejo malo que dice ¨devolvésela¨, ¨pegale, ¨hacele¨ïnsultá"... eso no sirve; ni tampoco va por el camino de los malos: ¨coimeá¨, ¨robá¨... ni frecuenta la reunión de los malvados: “A ver como podemos hacer caer a éste o a aquél otro”, sino feliz el hombre que se alegra en la ley del Señor y la medita día y noche. Y la ley del Señor son estas bienaventuranzas que hemos escuchado. que ustedes durante este año las han venido meditando en el Santuario, hasta tal punto de ir asimilándolas.
 
Hoy en el día del Santo Patrono, pidámosle esa gracia de tener un corazón despojado, la gracia de poder llorar. la gracia de la paciencia, la gracia de luchar y trabajar por la justicia, la gracia de ser misericordiosos, la gracia de trabajar por la paz, de sembrar paz y no guerra ni pelea. Este es el camino que nos va a hacer felices y no el otro de que termina ahí nomás. 
 
Le pedimos hoy a nuestro Santo Patrono San Pantaleón, que nos ayude a caminar este camino que fue por el que él anduvo.
 
Que así sea.
 
Cardenal Jorge M. Bergoglio, s.j.
 
Buenos Aires, 27 de julio de 2012.

FundacionArgentina De Psicoterapia Simbólica

lunes, 30 de julio de 2012

EL COLOR DE LA NIEVE

 Matilde Méndez ; María Elina (Ilustradora) 




El País de la Nieve y el País de las Flores están divididos por un Bosque Prohibido. Los hombres de la nieve no lo cruzan por miedo a ser encantados y las mujeres de las flores, por miedo a la nostalgia. Pero en el País de las Flores está Kinga, que sueña con conocer la nieve y plantar sus flores en otros paisajes. Ella cruzará el bosque y llegará a casa de Mirko, un joven hombre de la nieve que la pondrá a prueba. Tras identificar que ella no es mujer de nieve, la echará de su casa, pero él también tendrá que irse del País de la Nieve por haber conocido a una mujer de las flores. Se encontrarán en el Bosque Prohibido, terreno neutral, y podrán complementarse y descubrir que la diferencia hace a la riqueza. 

jueves, 26 de julio de 2012

60 AÑOS DE LA MUERTE DE EVA PERÓN - 26 DE JULIO DE 1962

Dos informes, uno nuestro y otro de otro país, coinciden en lo mismo, Nunca hubo nadie que agrupara tanta gente y tan querida por los más humildes. Habrá hecho cosas con las cuales no compartimos, pero no podemos negar que dedicó su vida al pueblo. No somos nosotros quiénes debemos juzgarla, porque no somos Dios. El pueblo la amó, la gente la sentía cercana y por eso la lloró tanto.






Del "Gran Musical Argentino, Eva", EL SUEÑO DE EVA  audio, canta Nacha Guevara.

miércoles, 25 de julio de 2012

TERCIOPELO, HISTORIA DE UN LADRÓN


D'Angelo, Silvana/Marinoni, Antonio

Un verdadero tesoro para lectores de todas las edades.
Un libro de misteriosos aromas que, en cada ilustración y en cada línea, no te permitirán dejarlo de leer.


 Cuando cae la noche, una sombra se desliza en casas y departamentos. Es Terciopelo, un ladrón por destino y por vocación. Dirigido por su olfato exquisito, Terciopelo va persiguiendo por las calles de la ciudad algo que es mucho más que objetos costos. Nada puede resistirse a la investigación escrupulosa de su nariz. Es capaz de descubrir el secreto y la esencia de todo, desde los vestigios más sutiles y hasta el olor más vago. ¿Pero, podrá encontrar lo que está buscando?


Además de la idea de este precioso cuento escrito para la literatura infantil y juvenil, esta historia muestra el maravilloso mundo de las sensaciones, por las cuales algunas personas se guían para seguir su rumbo. Es un cuento repleto de descripciones hermosas, muestra a detalle los lugares y los olores, pero también los recuerdos y las sensaciones.



Editorial:Océano Travesía


 


Silvana D'Angelo nació el 10 de agosto de 1962 en Connecticut, Estados Unidos. Es escritora y guionista, especializada en literatura juvenil. Estudió Drama en la Universidad de Indiana y más tarde completó sus estudios en la Universidad de Nueva York. Es conocida internacionalmente por la trilogía “Los Juegos Del Hambre”, “En llamas” y “Sinsajo”. Fue bibliotecaria en varias ciudades italianas y su tiempo libre lo dedicaba a hacer piezas de cerámica. En 2008 comenzó su carrera como escritora. / Antonio Marinoni nació en Vigevano en 1960. Es arquitecto de profesión pero siempre prefirió el diseño y la pintura. Trabajó en la Galería Blanchaert de Milán, donde descubrió su vocación de ilustrador. Fue seleccionado en la Exposición de Ilustradores Bolonia 2004.

martes, 24 de julio de 2012

CABAÑA DE ENSUEÑO

Del libro: "Semillas de Cabañas", de Philippe Lechermeier

SE ENCUENTRA ESENCIALMENTE LOS DÍA ABURRIDOS, TUMBADO EN LA CAMA.


      
 Cabaña de ensueño


Es la fantástica cabaña que cada uno lleva en su interior y con la que se sueña de noche.
             Con huecos y escaleras por todos lados, escalas para trepar
             y túneles para deslizarse.
Con rincones en los que ocultarse, pasajes secretos y trampillas por las que desaparecer.
Un lugar sólo para uno mismo en el que refugiarse los días tristes e invitar
a los amigos a jugar por las tardes.




           Un chico me contó que se había topado por casualidad con la cabaña
           con la que siempre había soñado. Que empujó la puerta, que no estaba
           cerrada con llave, que se coló dentro, y que era perfecta, exactamente
           como él la había imaginado. y que ya no la abandonó jamás.


      Cabaña de sueños


            No debe confundirse con la anterior.
La cabaña de sueños está hecha con unas cuantas viejas colchas
tendidas sobre una silla o con grandes cartones agujereados.
En la cabaña de sueños uno se siente calentito, muy a gusto;
se sueña solo, con un hermano, una hermana o con los mejores amigos.


            Las chicas permanecen horas en sus cabañas
            contándose secretos. Después se adormecen,
            mecidas por las palabras que han pronunciado.




            Tenía cientos, y miles, de plata y oro.
            y más todavía, grandes como planetas, un verdadero tesoro.
            Mas cuando desperté, se habían esfumado.
            Sólo una, lisa y redonda, queda a mi lado.
            Para jugar, la hago rodar por el suelo
            y se cuela bajo el baúl azul por un agujero. 


                                                                                 Libro de los sueños:


                                                                                 Libro que recoge
                                                                                 los más bellos sueños
                                                                                 de cabañas.
                                                                                 Muy bien disimulado
                                                                                 bajo la almohada.
                                                                                 Para leer en noches
                                                                                 de tristeza, en mañanas
                                                                                 de nostalgia.

INMORTALITY


Bee Gees & Celine Dion



lunes, 23 de julio de 2012

DAVID WRIGHT

Ilustrador británico que produjo una serie de más de 160 
ilustraciones o "pin-ups" durante la década de 1940. Sus
Lovelies eran muy populares y asociadas,  casi todas, a
 la época militar, bunker, el dormitorio o la habitación del 
club en el país durante la Segunda Guerra Mundial.


Se aseguraba que sus dibujos elevaban la moral de las 
tropas en el momento, ofreciendo una visión del espíritu 
más feliz de los tiempos de guerra británico.


 (12 December 1912 – 25 May 1967) 
Estas son algunas de sus ilustraciones:












sábado, 21 de julio de 2012

MARAVILLAS DEL ARTE ITALIANO



Maravillas del arte italiano

En el Museo Nacional de Arte Decorativo, a partir de julio de este año, es exhibido Meraviglie dalle Marche, un excepcional conjunto de cuarenta y dos pinturas de los siglos XIV al XIX procedente de la Pinacoteca de Ancona, en el centro de Italia
Por Angel Navarro  | Para LA NACION


En 1884, el artista Francesco Podesti fundó en Italia la pinacoteca que lleva su nombre, a la cual donó bocetos y dibujos de su propia colección. Fue el primer paso de una larga historia que hizo posible la llegada a Buenos Aires de Meraviglie dalle Marche. Seiscientos años de pintura italiana, un panorama del arte italiano que va del siglo XIV al XIX.
Rafael Sanzio se cuenta entre los artistas cuyas obras presentará la semana próxima el Museo Nacional de Arte Decorativo mientras el Palacio Bosdari, sede de la Pinacoteca Francesco Podesti desde 1973 en la ciudad de Ancona, permanece cerrado en forma temporaria para ser restaurado. La muestra, que acaba de exhibirse en Roma -en el espacio del Brazo de Carlomagno, en la columnata de Bernini que rodea la Basílica de San Pedro-, se complementa con pinturas procedentes de otros museos de la región de Las Marcas, en el centro de Italia. Esta antigua frontera del Imperio romano, hecho al que debe su nombre, resulta notable no sólo por los tesoros artísticos que guarda sino también por la enorme contribución que realizó a la historia del arte.
Allí nacieron algunos artistas que jugaron un importante rol en el desarrollo del arte italiano, como Rafael Sanzio, Andrea Lilli y Podesti. El más destacado de ellos es Sanzio, nacido en Urbino en 1483, que trabajó en Florencia y en Roma, donde murió en 1520. Su obra no sólo influyó en su época sino que continúa siendo relevante y vigente también en nuestros días. Las pinturas que produjo durante la primera década del siglo XVI concretan búsquedas destinadas a restaurar los ideales clásicos que caracterizaron el Renacimiento. Las de los años posteriores que se cierran con su muerte, a fines de la segunda década, inauguraron un lenguaje que sería fundamental a lo largo del siglo.
En esta ligera mención debemos incluir también a Federico Barocci, quien supo interpretar las exigencias de la Contrarreforma; a los hermanos Taddeo y Federico Zuccari, que tuvieron una notable actuación en Florencia y Roma, y a Carlo Maratta, marchigiano originario de Camerino, que se destacó en Roma, el escenario más importante del arte barroco.
El interés del arte del siglo XV en las formas del pasado y en la nueva imagen de la realidad fue el resultado de un proceso que comenzó mucho tiempo antes, tal como lo demuestran las obras del último arte medieval, el llamado gótico internacional. Esto puede verse en obras como laCoronación de la Virgen de Olivuccio de Ciccarelo (c. 1388-1438) o en la tabla de Paolo Veneziano (c. 1300-1358/1362) dedicada a Historias de la vida de la Virgen , cuyas escenas hacen patente el interés por una nueva forma de representar lo real. La presencia en Las Marcas de este último artista, oriundo de Venecia -entonces cabecera de un enorme emporio comercial-, evidencia las relaciones culturales y económicas existentes con esa ciudad, algo que también podemos sostener en el caso de Carlo Crivelli (1430/35-1495), quien a partir de 1468 trabajó en distintas ciudades de la región. Sus obras, como la pequeña Virgen con el Niño pintada alrededor de 1480, muestra el gusto por el detalle realista minucioso que a veces lo acerca por su carácter a las miniaturas medievales.
Pietro Vannucci (c. 1450-1523), llamado Perugino, fue un destacado artista de la segunda mitad del siglo XV en cuyo taller trabajó Rafael. Fue autor de un gran cuadro de altar, Pala di Fano , que representa una predela en donde trabajaron ambos. Pintó escenas en las que aparece una cuidada representación arquitectónica, así como figuras que se insertan adecuadamente en ese espacio, creado a conciencia, que es uno de los logros del arte del Renacimiento.
Algunos años más tarde Rafael pintó Santa Catalina-pequeña pintura que fuera parte de un altar doméstico-, donde revela su especial interés en la figura humana y su representación realista, que se apoya en una atenta observación de proporciones, sombras y gestos que serán perfeccionados en sus obras posteriores. Este interés por la figura es el que generó un tipo de retrato como el de Francesco Arsilli de Sebastiano del Piombo, que despliega una tipología que el mismo Rafael desarrolló, junto a influencias de Miguel Ángel claramente visibles en el dibujo de las manos del retratado.
El siglo XVI fue el de las grandes exploraciones geográficas que ampliaron el horizonte europeo, tiempo de cambios en la ciencia y en los ambientes religiosos cristianos. El mundo del arte se caracterizó por la experimentación y la manipulación de los conceptos aceptados, un tiempo en que las reglas clásicas fueron quebradas deliberadamente para lograr resultados que muchas veces eran causa de discusión, tal como puede verse en las obras de Lorenzo Lotto (1480-1556) -otro artista del mundo véneto que también se aquerenció en Las Marcas- que, en su composiciónVirgen con el Niño y santos abandona la tradicional fórmula de la sacra conversazione típica del siglo anterior para crear un clima especial entre los santos que se reúnen frente al alto trono de la Madonna; o también en el caso de Tiziano (1480/85-1576), el gran artista veneciano, quien quiebra las simetría en su Resurrección pintada como parte de un estandarte encargado por la cofradía del Corpus Domini de Urbino, ciudad marchigiana marcada por una gran tradición artística por la corte de Federico de Montefeltro en la segunda mitad del siglo XV. Esta situación, trabajada con masas dinámicas y riqueza de color, se hace presente también en La Virgen con el Niño y los santos Judas y Simón de Federico Barocci (c. 1535-1612), otro artista local que trascendió el panorama regional y elaboró un lenguaje muy personal que, además, fue altamente influyente no sólo en Las Marcas sino en toda la península.
Sin embargo, vale la pena señalar aquí de modo especial las obras de Andrea Lilli (c. 1560-después de 1631), que trabajó en Roma para el papa Sixto V y que conservó sus formas manieristas -que ya eran tardías- cuando regresó a Las Marcas. Eso puede apreciarse en los fragmentos que quedaron de su pintura dedicada a san Nicolás de Tolentino y, muy especialmente, en su cuadro de altar Cuatro santos en éxtasis , donde figuras alargadas se mueven y gesticulan en un espacio poco profundo y extraño.
Frente a situaciones como ésta, la Iglesia contrarreformista apelará a obras que planteen un mensaje claro, directo y que no presente problemas para el observador, algo que se puede ver claramente en Virgen con el Niño en gloria y ángeles, una reposada composición de los hermanos Taddeo y Federico Zuccari (1529-1566 y 1540-1609, respectivamente), dedicada al gran tema de la época que fue celebrar las virtudes de la Virgen María, o en la delicada Sagrada Familia con san Juan niño , que Cristoforo Roncalli, llamado Pomarancio (c. 1553-1626), realizó en 1609.
En el ambiente católico romano, esta exigencia encontró una renovada respuesta en las obras de Michelangelo Merisi da Caravaggio, artista que en los diez años anteriores a su muerte, ocurrida en 1610, había sabido canalizar este llamado apelando a la sensibilidad del observador mediante imágenes de gran naturalismo como la que aquí nos presenta un ignoto artista que, para algunos expertos, posiblemente copia un original perdido del propio Caravaggio.
En Cristo a la columna el discurso despliega no sólo grandes contrastes de luces y sombras, sino también la exaltación de ciertos colores en un mensaje directo que se despliega a pocos centímetros del observador, fórmula que muy pronto siguieron otros artistas como Orazio Gentileschi (1563-1639) en su Virgen del Rosario o Giovan Francesco Guerrieri (1589-1656/1659?), aquí presente con Magdalena penitente , versión renovada de una obra que había pintado en Roma en 1611.
La forma expresiva de Caravaggio, junto a las soluciones más idealizadas de Annibale Carracci, fue fundamental en la evolución de la pintura del Barroco romano, que concibió composiciones de gran dinamismo y color, caracterizadas por abordar temas nuevos como fueron aquellos donde figuran santos en éxtasis, que son testigos de una aparición, que sufren un martirio o que son glorificados en escenas cargadas de luces especiales, nubes en profusión y ángeles que vuelan, entre otros motivos sorprendentes.
Eso es lo que presentan artistas como Guercino, tal como se conocía a Francesco Barbieri (1591-1666), que aquí llena de luz celestial el ambiente donde santa Palacia -mártir de Ancona- recibe un mensaje divino, o como Carlo Maratta (1625-1713), otro marchigiano de relevante actuación en Roma, en su emotiva representación de santa Francisca Romana y el ángel, y más aún en la pintura de altar Virgen con el Niño y santos , composiciones que están además cargadas de teatralidad y dinamismo.
Pero estas condiciones parecen acentuarse en el Tránsito de san José de Luca Giordano (1632-1705) y mucho más en San Nicolás de Bari en gloria de Mattia Preti (1613-1699), il Cavaliere Calabrese como era llamado, artistas que jugaron un papel fundamental en la transmisión de los ideales del Barroco en Nápoles y el sur de Italia.
No obstante, desde la península los ideales del Barroco llegaron a toda Europa, tal como puede verse en el tapiz realizado en manufactura flamenca a partir de un dibujo preparado por Rubens, quien había permanecido ocho años en Italia, de 1600 a 1608. Hacia el fin de su estadía realizó también una Adoración de los pastores para una capilla de la iglesia de San Felipe Neri en Fermo, hoy conservada en la Galería Cívica local.
En ese ámbito, Francesco Solimena (1657-1747), llamado Abate Ciccio, fue uno de los exponentes más importantes del Barroco, formado con las enseñanzas de Luca Giordano y Mattia Preti, a quienes había conocido cuando se trasladó a Roma. Allí, estuvo en contacto con artistas vinculados a la Academia de San Lucas, que había fundado Federico Zuccari en 1593 y que ahora ordenaba gran parte de la actividad artística. Su pintura Eneas y Dido se adentran en la gruta , que toma un episodio de la Eneida , despliega los múltiples recursos que empleó el último Barroco.
Los círculos de la cultura oficial aplauden estas obras con argumentos provistos por la literatura universal, a los que muchas veces parangonan con los religiosos. Impulsado por el consumo motivado por la Iglesia e instituciones de tipo religioso, como cofradías y congregaciones, la demanda de temas sacros constituyó el mayor número de los encargos que los artistas recibían.
Si bien con el advenimiento de nuevos esquemas de pensamiento que modelaron la sociedad moderna se hicieron frecuentes obras de diferentes campos temáticos, la obra de corte religioso no desapareció. Eso puede verse en las obras de Nicola Bertuzzi (1710-1777), natural de Ancona, que trata dos temas del Antiguo Testamento comoRebeca en el pozo José vendido por sus hermanos , dos composiciones que ahora se asimilan a la pintura de costumbres.
Ya en el siglo XIX, las obras del citado Francesco Podesti (1800-1895) mostraron interés por diferentes cuestiones, tal como lo demuestran los cuadros que se verán en una sección especial de la exposición.
La pintura de historia, uno de los grandes temas que la Academia consagraba, está presente en suEtéodes y Polínice y también en Angélica liberada por Ruggero ; también le interesan algunos aspectos etnográficos, como puede apreciarse en Razas humanas , sin dejar de lado pinturas de índole religiosa, como Piedad , una obra elaborada a partir de un dibujo de Miguel Ángel.
La obra más célebre de Francesco Podesti es, sin duda, la que realizó para decorar la Sala de la Inmaculada Concepción en el Palacio Vaticano, contigua a las estancias que había pintado Rafael, otro marchigiano como él.
Ficha. Meraviglie dalle Marche. Seiscientos años de pintura italiana en el Museo Nacional de Arte Decorativo (Av. del Libertador 1902), del 7 de julio al 30 de septiembre.




NO MIRES PARA ABAJO (LA BESTIA EQUILÁTERA) LA PARED


En este relato, incluido en No mires abajo (La Bestia Equilátera), un bombero acude a apagar uno de los tantos incendios durante los bombardeos a Londres. En medio de la tragedia, encuentra oportunidad para la fascinación
Por William Sansom  | Para LA NACION


Era nuestro tercer trabajo de la noche.
Hasta que pasó eso, el trabajo había transcurrido sin incidentes. Una que otra metralla, alguna bomba inquieta y varios incendios de grandes proporciones, episodios poco dignos de mención y que desde entonces se han sumido, sin identidad, en el laberinto neutro de fuego y ruido y agua y noche, sin fecha y sin hora, sin tiempo ni forma, que transcurre brumoso en el fondo de mi cabeza como una película de la temporada de los ataques aéreos.
Supongo que estábamos exhaustos y temblando. Las tres de la madrugada es una mala hora. Supongo que estábamos empapados, con el agua helada de las mangueras que se escurría desde los cuellos hasta los faldones de nuestras camisas. Los acoples de bronce macizo parecían hechos de un metal más frío que el hielo. Con toda probabilidad el fragor de la bomba ahogaba el petulante zumbido de los aviones invasores y el ubicuo resplandor del fuego convertía las calles en una escenografía de color naranja furioso. Un agua negra encharcaba los callejones de la ciudad, y supongo que teníamos las manos y las caras tan negras como el agua. Negras de tanto pegar hachazos a las vigas quemadas. Eran cosas que pasaban todas las noches. Una nada. Ocurrían y no hacía falta olvidarlas, porque ni siquiera las recordábamos.
Pero sí recuerdo que era nuestro tercer trabajo. Y allí estábamos -Len, Lofty, Verno y yo-, apuntando un chorro de diecisiete metros contra la fachada de un alto depósito municipal sin pensar absolutamente en nada. Después de las primeras horas, uno no piensa en nada. Solo mira cómo el chorro blanco de agua se pierde en el fuego, y no piensa en nada. A veces dirige el chorro hacia otra ventana. A veces el naranja se vuelve negro, pero entonces uno solo afloja un poco el puño que sostiene el pico gélido y continúa vertiendo despreocupadamente litros y litros de agua por la ventana. Se sabe que el fuego seguirá enconándose varias horas más. Sin embargo, esa noche las horas vacías e indefinidas de la espera fueron interrumpidas por un sonido inusual. De repente, un largo y ruidoso crujido de ladrillos y argamasa despedazándose perforó el instante. Y luego la mitad superior del edificio de cinco pisos se cernió sobre nosotros. Permaneció suspendida en el aire durante un segundo eterno antes de desplomarse hacia nuestras cabezas. Yo no estaba pensando en nada y de golpe me vi pensando en todas las cosas del mundo.
En ese simple segundo mi cerebro asimiló cada detalle de lo que ocurría. En los costados de mi cabeza se abrieron nuevos ojos y así, desde adentro, pude fotografiar un panorama hemisférico limitado por la inmensa altura del edificio que tenía delante de mí y por las calles angostas a cada lado.
A la izquierda nos bloqueaba la bomba de agua en su remolque, que rugía y se estremecía por el esfuerzo. El agua fluía, palpitante, por las válvulas de descarga y por las pinchaduras de la manguera y por las uniones de los acoples. Un incesante arroyo se derramaba por los costados y caía a borbotones en la alcantarilla. Pero el grueso tubo de escape de hierro brillaba al rojo vivo en el centro del motor mojado. Tuve que mirar más allá de la cara de Lofty. Lofty fijaba la vista en los controles, las manos metidas en las axilas en busca de calor. Lofty no pensaba en nada. Tenía un diamante de hollín dibujado sobre un ojo, como el White-Eyed Kaffir [N. de T.: alusión a una estrella del music-hall británico que se pintaba la cara de negro con un diamante blanco alrededor de un ojo] en negativo.
Del otro lado había una salida despejada hacia el callejón. Por encima de nuestras cabezas colgaba un cartel: "Catto and Henley". Me pregunté qué diablos venderían. ¿Estampillas viejas? El callejón estaba bastante despejado. Un par de tramos de manguera muerta, desinflada, yacían enroscados sobre la reluciente oscuridad de la vereda. En una de las alcantarillas se habían amontonado desechos carbonizados. Un hilito de agua brotaba de un agujero de un tramo de manguera viva. Bajo una luz azul de emergencia había una albardilla destrozada. El siguiente comercio era una tabaquería, con las vidrieras rotas llenas de cartones de cigarrillos falsos. El callejón estaba bastante despejado.
Detrás de mí, Len y Verno compartían el peso de la manguera. Resistían la violenta presión del agua, que los arrastraba hacia atrás. Lo único que yo hubiera tenido que hacer era gritar: "Tírenla al suelo" y salir corriendo. Podíamos permitirnos el riesgo de que la manguera se volviera contra nosotros como una serpiente lista para atacar. Podíamos correr hacia la derecha por el callejón vacío, Len, Verno y yo. Pero nunca me moví. Nunca dije: "Tírenla al suelo" ni nada parecido. Ese largo segundo me mantuvo hipnotizado, con las botas de goma pegadas a la vereda. Toneladas más toneladas más toneladas de ladrillo al rojo vivo suspendidas en el aire sobre nuestras cabezas entumecieron toda iniciativa. Yo solo podía pensar. No podía moverme.
Unos metros más adelante, se erguía el edificio incendiado. Un minuto antes no habría podido distinguirlo de cualquier otra insípida atrocidad victoriana en llamas. Ahora, en cambio, podía identificar hasta el más mínimo detalle. El edificio tenía cinco pisos de altura. Un incendio feroz devoraba los cuatro pisos superiores. Rojas lenguas de fuego lamían las paredes de las habitaciones. Las negras paredes exteriores permanecían intocadas. Y así, como los vagones iluminados de un expreso, los rectángulos negros y rojos alternados enfatizaban con vivacidad la absoluta simetría del espacio entre las ventanas: cada ventana oblonga se veía como un panel bermellón colocado en perfecto orden sobre la cara oscura de la pared. Había diez ventanas en cada piso, lo que hacía un total de cuarenta ventanas. En rígidas hileras de diez, cada una ubicada justo encima de la otra, con fuertes contrastes de negro y rojo, las ventanas en llamas se erguían en estricta formación. El edificio oblongo, las ventanas oblongas, el espacio oblongo. El color naranja-rojizo parecía sobresalir del marco negro, adquiría valores táctiles, como jalea hirviente que se expande por una gruesa y negra parrilla cuadrada.
Tres de los pisos -treinta ventanas en llamas con su enorme marco de ladrillo negro, cien sólidas toneladas de dura y ancha pared victoriana- giraron encima de nosotros y quedaron colgando sobre el callejón. Nunca podré saber si la pared realmente hizo una pausa en su caída. Puede que no. Puede que solo pareciera estar colgando del aire. Puede que mis ojos captaran lo que iba a pasar en un instante de anticipación, de modo que la vi "de veras" pero antes de que ganara velocidad.
La noche se puso más oscura con aquella masa inmensa sobre nuestras cabezas. Gracias a las alturas desiguales de los techos, la luz de la luna había logrado penetrar hasta el pozo de nuestro callejón a través de la niebla del humo del incendio, pero ahora la pared que pendía cada vez más cerca de nuestras cabezas obstruía parte de su luz. La pared oscureció la luz de la luna como un toldo invertido. El haz de luz quedó reducido a una línea delgadísima. Fue la única luz divina en la que creí en mi vida. Brillaba? como un rayo de esperanza. Pero era una esperanza desfalleciente, pues aunque en aquel momento toda la escena hemisférica parecía estática, la inminencia del movimiento era perceptible; probablemente porque la escena en realidad estaba en movimiento. Ni siquiera la velocidad del obturador que tomó la foto mental tuvo suficiente poder para excluir ese movimiento de una conciencia más profunda. La imagen parecía estática para los limitados sentidos superficiales, los ojos y el cerebro material, pero más allá de eso había un movimiento oculto.
Fue un segundo sin tiempo. Pude darme el lujo de observar muchas cosas. Por ejemplo, que una grúa fija de hierro, situada un poco hacia mi izquierda, no me golpearía. La grúa surgía del edificio y yo podía sentir su filo y su dureza con tanta claridad como si hubiera restregado mi cuerpo íntimamente contra sus contornos. Tuve tiempo de advertir que tenía un gancho de unos treinta centímetros de largo, una cadena con eslabones de unos diez centímetros, dos montantes y una rueda dos veces más grande que mi cabeza.
Una pared puede caer de muchas maneras. Puede deslizarse hacia un costado o hacia el otro. Puede desmoronarse no bien comienza la caída. Puede mantenerse intacta y caer de plano. Esa pared cayó así: chata como un panqueque. Se aferró cuanto pudo a sus noventa grados. Entonces se desprendió del eje y se desplomó sobre nosotros.
La última resistencia de ladrillos y argamasa en el eje se partió con el mismo sonido que un disparo de escopeta. La violencia del ruido nos ensordeció y al mismo tiempo nos devolvió los sentidos. Tiramos la manguera al suelo y nos agachamos. Después, Verno dijo que yo me incliné lentamente sobre una rodilla con la cabeza baja, como un hombre a punto de ser nombrado caballero. Bueno, sí fui nombrado. Se oyó un ruido increíble -un trueno condensado en el espacio de un tímpano- y luego los ladrillos y la argamasa cayeron, despedazados y en llamas, sobre la carne de mi cara.
Lofty, que estaba lejos, cerca de la bomba de agua, murió. A Len, a Verno y a mí lograron desenterrarnos. Estábamos cubiertos por una delgada capa de ladrillo. Habíamos tenido suerte. Habíamos quedado dentro de uno de aquellos simétricos y oblongos huecos de las ventanas.
Traducción: Teresa Arijón

ADN SANSOM

Entre los escritores ingleses del siglo XX ignorados por las versiones españolas -interminable constelación de autores tan menores como inolvidables- está el caso de William Sansom (1912- 1976), que supo cosechar la admiración, entre otros, de Ray Bradbury y de Anthony Burgess. Ejerció diversos oficios antes de dedicarse a la literatura. Entre ellos, durante el blitz nazi sobre Londres, el de bombero voluntario, como refleja "La pared", su primer cuento publicado. Tras la guerra se dedicó por completo a la escritura. El resultado de ese trabajo sostenido fue una obra variada -con estocadas que recuerdan a Kafka-, compuesta de una docena de novelas y otras tantas colecciones de cuentos, amén de un libro biográfico sobre Proust..

martes, 17 de julio de 2012

SOLILOQUIOS

SOLILOQUIOS(De Segismundo)

1

Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así,
qué delito cometí
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido;
bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor,
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.

Sólo quisiera saber,
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
el delito de nacer),
¿qué más os pude ofender
para castigarme más?
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron
¿qué privilegios tuvieron
que yo no gocé jamás?

Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma
o ramillete con alas,
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma;
y teniendo yo más alma
¿tengo menos libertad?

Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas
-gracias al docto pincel-,
cuando atrevido y cruel,
la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto:
¿y yo, con mejor instinto,
tengo menos libertad?

Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas bajel de escamas
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío;
¿y yo, con más albedrío,
tengo menos libertad?

Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas, sierpe de plata,
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le da la majestad
del campo abierto a su huida;
¿y teniendo yo más vida,
tengo menos libertad?

En llegando a esta pasión,
un volcán, un Etna hecho,
quisiera arrancar del pecho
pedazos del corazón:
¿qué ley, justicia o razón
negar a los hombres sabe
privilegio tan suave,
exención tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?

(De "La Vida es Sueño")


2

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

(De "La Vida es Sueño")



Pedro Calderón de la Barca

sábado, 14 de julio de 2012

CAJITA DE NOCHE

EN MITAD DE UN CAMINO DE BOHEMIA. SOBRE LA TAPA ESTABA ESCRITO: "PARA TÍ".

          Cajita de noche


Una cabaña en la que siempre es de noche, donde el día se eclipsa.
                   Hay allí noches de luna llena, noches estrelladas, noches negras...
                   Noches tranquilas, noches mágicas, noches de ensueño.
                   Pero ocurre, también, que aparecen allí noches en blanco,
                   lo que resulta un fenómeno bastante curioso.




                 Es pequeñita, así que la cajita de noche se puede meter en un bolsillo.
                 Se puede abrir a cualquier hora del día para escuchar
                 la musiquilla de la noche.



He encontrado otra más.
¡Tiene forma de luna creciente y brilla!
La he guardado en una caja en la que he escrito:
"Para mí"


Del libro: "Semillas de cabañas"
A través de este original cuaderno de viaje, el explorador Alfonso Cuchitril viaja en un maravilloso recorrido por todo el mundo. En él descubre la existencia de las sorprendentes y variadas cabañas que nacen de semillas. Los textos, llenos de ingenio y humor, vienen acompañados por unas delicadas ilustraciones desbordantes de fantasía.





Ilustrador: