BUBONIS

BUBONIS

martes, 9 de febrero de 2010

VOLVER AL TÉ

En Gran Bretaña

Volver al té, un remedio contra la recesión
Graciela Iglesias
Para LA NACION, Martes 9 de febrero de 2010

LONDRES. Dicen que el Imperio Británico se construyó bajo su influjo y que fue la fuente de la serenidad necesaria para soportar los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Ahora que la situación económica aprieta, los británicos han retornado al consumo de la "buena taza de té".

Por primera vez en cuatro décadas, las ventas de té en el Reino Unido han aumentado (3% en 2009), ampliando así la brecha con el café, que amenazaba con quitarle el título de bebida preferida de los británicos. Y esto, a pesar de que el precio del té aumentó 10%, mientras que el de su principal rival permanece estable. De acuerdo con cifras oficiales, durante el último año, los británicos bebieron 165 millones de tazas de té por día, comparado con 70 millones de tazas de café. En parte, esto parece deberse a que muchos británicos asocian la debacle financiera con "la cultural del café", es decir, la vida a las corridas promovida por la cafeína de los expresos, latte y capuchinos.
En contraste, el té está bien enraizado en la psiquis nacional como el brebaje del confort hogareño y de la madura reflexión, dos atributos que adquirieron particular valor a raíz de la incertidumbre desatada por la recesión.
William Gorman, jefe ejecutivo del Consejo de Té del Reino Unido, asegura que son las mujeres quienes impulsaron el retorno a la ceremonia del té.
"Son ellas las que se dieron cuenta de que el té puede llevar a una mejoría en la calidad de vida porque es mucho menos estimulante que otras bebidas y porque impone un criterio estético superior", señaló Gorman.
"Esto explica por qué el aumento en el consumo ha sido menos pronunciado respecto de la tradicional taza de té inglesa (té negro con leche y sin azúcar) y mayor en variedades exóticas con bajo nivel de cafeína y alto nivel de antioxidantes, como los tés verde japonés y blanco chino", añadió el experto.
Este fenómeno ha llevado al no menos espectacular retorno del elegante "salón de té", que hasta hace un año parecía destinado a figurar sólo en las páginas de las novelas de Agatha Christie y Daphne du Maurier.
Una docena de hoteles de cinco estrellas, entre ellos, el Sheraton y el Balmoral en Edimburgo, han sacado a relucir sus juegos de plata y porcelana y hasta han contratado a sommeliers de té con la misión de ayudarlos a diseñar menús que armonicen cada variedad de la hierba con canapés, tortas y otros ejemplos de la más refinada repostería.
"Al té es mejor compararlo con el vino que con el café -sostiene Drew Buchanan, un ex empleado de la cadena de cafeterías Starbucks y actual propietario de la firma mayorista escocesa Tea Tree Tea-. Tomar un buen té en una taza de papel es como beber un Bordeaux ganador de media docena de medallas en un viejo tarro de mermelada. Hay 2500 variedades de té en el mundo que parten todas de la misma familia de plantas, la Camellia sinensis , pero cada una se diferencia en sabor, aroma y color de acuerdo a cómo se la cultive, a cómo se la recolecte y a cómo se la almacene. Lo mismo puede decirse sobre la uva y el vino."
Por más sentido que pueda tener la comparación, lo cierto es que los británicos están abandonando no tanto la copa de vino como el café.
Esto ha motivado a las cafeterías a ofrecer una amplia variedad de tés (a un promedio de 2 dólares por taza) por miedo a que sus ingresos caigan en picada.

Nombres exóticos
Los nombres en las cajas que suelen acomodarse a los costados de la máquina de expreso a vapor son de lo más exóticos: té verde Chun Mee, Assam Tippy Ortodoxo, Formosa Oolong, Rooibos africano con pétalos de lotus y "Sexy" Gee Darling, entre otros.
Por el momento, la estrategia parece haber surtido efecto. Las cafeterías son los únicos negocios que aumentaron su presencia en todos los centros urbanos británicos, y nada menos que en un 47% en solo un año.
Su éxito, sin embargo, parece deberse más a que se han convertido en oficinas alternativas para muchas empresas y hombres de negocios que, en lugar de alquilar costosas sedes, utilizan ahora las cafeterías como improvisadas salas de reuniones donde encontrarse con colegas, entrevistar candidatos para empleos y hasta realizar transacciones con clientes.
Todo por el módico precio, no ya de un café, sino de una "buena taza de té".

Antigua taza de té


Modernas tazas de té en cerámica esmaltada

Antigua taza de té victoriana

Antigua taza de té inglesa

Antigua taza de té japonesa

No hay comentarios:

Publicar un comentario