BUBONIS

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miércoles, 31 de agosto de 2011

CAFÉ DE LOS ANGELITOS


Café de los Angelitos de Rivadavia y Rincón… testigo vivo de más de cien años de historia porteña. Por su puerta desfilaron las más destacadas personalidades del ambiente político y artístico del siglo XX, y en sus mesas se escribieron muchas de las páginas que hicieron de Buenos Aires una ciudad que respira tango en cada rincón…

Fue fundado, por 1890 con el nombre de Bar Rivadavia por un italiano llamado Batista Fazio. Primitivamente fue reducto de malandras y caferatas cuya traducción del lunfardo básico corresponde, más o menos, a gente de mal vivir. Verdaderos “angelitos”, según la socarrona afirmación del comisario de Balvanera quien, sin saberlo, le estaba dando carta de bautismo a uno de los más populares cafés de Buenos Aires.

En 1919 lo adquirió don Ángel Salgueiro en la suma de setenta y cinco mil pesos, ya habían hecho famosa la esquina las presencias de Gabino -el negro payador del Himno a Paysandú-, Higinio Cazón, José Betinotti, José Razzano, Carlos Gardel, Roberto Cassaux, Florencio Parravicini y los prohombres del socialismo argentino que tenían su Casa del Pueblo cincuenta metros más al oeste por la misma calle Rivadavia.
Era frecuente ver a Juan B. Justo, a don Alfredo Palacios -por entonces joven mosquetero de la política con el brillo de haber sido el primer diputado socialista de América-. Sabía recalar también otro de los nombres imborrables que Juan Manuel Gálvez cita entre los amigos y maestros de su juventud: José ‘Pepe’ Ingenieros.
Fue en el Café de los Angelitos donde una noche de 1917, don Mauricio Goddart -director artístico del sello Odeón- contrató al ya famoso dúo criollo Gardel-Razzano, quienes debutaron en el disco con Cantar eterno y El sol del 25. Y fue también allí donde Gardel, celebrando una de las victorias de su célebre pingo, Lunático, hizo un convite de puchero corrido que duró hasta el último canto del gallo.
El Café de los Angelitos ofrece un show de tango de primer nivel internacional, ejecutado por una excelente orquesta de seis músicos, una orquesta de señoritas, dos cantantes y diez bailarines, quienes despliegan sobre el imponente escenario un espectáculo único en su tipo.

Dirección: Av. Rivadavia 2100, Buenos Aires, Argentina







Fotos: Franklin H. Romero

 
Y El Café de los Angelitos tiene un tango de José Razzano y Cátulo Castillo

Yo te evoco, perdido en la vida,
y enredado en los hilos del humo,
frente a un grato recuerdo que fumo
y a esta negra porción de café.


¡Rivadavia y Rincón!... Vieja esquina
de la antigua amistad que regresa,
coqueteando su gris en la mesa que está
meditando en sus noches de ayer.


¡Café de los Angelitos!
¡Bar de Gabino y Cazón!
Yo te alegré con mis gritos
en los tiempos de Carlitos
por Rivadavia y Rincón.


¿Tras de qué sueños volaron?
¿En qué estrellas andarán?
Las voces que ayer llegaron
y pasaron, y callaron,
¿dónde están?
¿Por qué calle volverán?


Cuando llueven las noches su frio
vuelvo al mismo lugar del pasado,
y de nuevo se sienta a mi lado
Betinoti, templando la voz.


Y en el dulce rincón que era mío
su cansancio la vida bosteza,
porque nadie me llama a la mesa de ayer,
porque todo es ausencia y adiós.









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