BUBONIS

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sábado, 4 de diciembre de 2010

El viejo cuento del bambú chino



Cuentan que la semilla del bambú se siembra, se riega y se cuida durante un año y no aparece nada. No hay señal de vida. Se riega y se cuida otro año y todavía no se ve el resultado. De esta manera van pasando los años. Durante el quinto año de pronto aparece el Bambú Chino y crece 30 metros en seis semanas.
El Bambú Chino se prepara para un crecimiento impresionante. Durante los cinco años que no se ve nada, un sistema de raíces se está formando para sostener el crecimiento extraordinario del bambú.
Muchas cosas en la vida son como el árbol de bambú chino. Un poco de paciencia para recoger más tarde el fruto de nuestro esfuerzo, algo que siempre vale la pena.

Otra versión de una misma historia...
El siguiente, es un relato que marca un nuevo horizonte en mi vida cada vez que lo leo, me llena de inspiración y me hace recordar que:

“Todo aquello que es importante en la vida, requiere un tiempo de germinación y maduración” y solo aquellas personas que cuentan con un grado elevado de perseverancia, paciencia, disciplina constante, enfoque y determinación, pueden considerarse “poderosos bambúes”.
El relato cuenta que en el Lejano Oriente vive un árbol cuyo crecimiento es el más rápido de todas las especies. Dicen que si te quedas quieto mirándolo, puedes verlo crecer, y no es de extrañar, pues crece hasta 32 metros por mes. Eso significa que crece un metro diario, o lo que es lo mismo, unos cinco centímetros por hora. Es algo realmente impresionante.
El Bambú es el árbol de mayor crecimiento de todo el planeta, quizás la criatura viva que más rápidamente crece, tanto así que en Japón se usa aún hoy en día como materia prima y se le da una importancia aún mayor que al cemento, acero o al silicio de los semiconductores.
Sin embargo, tú puedes tomar hoy una semilla de bambú y plantarla en el jardín de tu casa, puedes regarla durante meses y meses, y no conseguirás que brote ni el más pequeño tallo, lo cuál podría ser una gran decepción para ti, ¿verdad?
Haz la prueba. Toma una semilla, riégala durante siete meses y te aseguro que no lograrás nada. ¿Por qué lo sé?

Porque el Bambú es una planta extremadamente sabia. Durante sus primeros siete años crece hacia abajo, haciendo expandir sus raíces hasta lo más profundo de la tierra. ¿Por qué? Porque es sabía y se está preparando.
Se está preparando para después ser capaz de alcanzar el mayor de los éxitos y ser la planta con el crecimiento más rápido que existe en todo el reino vegetal.
Entonces se hace tan poderoso que en un mes crece 32 metros, y aún cuando lo cortes siste veces, seguirá creciendo hasta los 32 metros en un solo mes. Por eso es tan apreciado. Porque sabe prepararse para triunfar, y si la desgracia cae sobre él, sabe renacer de sus cenizas y llegar otra vez a lo más alto empezando desde casi cero.

¿Por qué es capaz de hacer eso?
Porque sus siete años de raíces le dan la fuerza para ello; su vida reside en su raíz, y aunque cortes el tallo, este seguirá creciendo.
¿Has probado cortar un roble o un pino? Apreciarás que jamás vuelven a brotar. Ellos no se prepararon tanto como el bambú y acaban pagando eso con su vida, con su fracaso. Sin duda alcanzan un primer éxito más rápido que el bambú, porque a los pocos meses ya tienen un tallo fuera de la tierra.
Sin embargo, un roble de siete años aún es un árbol pequeño, joven y delicado. Si le azota una tormenta lo arrancará y morirá; jamás podría soportar que lo corten a la mitad, porque entonces moriría.
En cambio, el sabio Bambú con sólo siete años y un mes, es un árbol poderoso, de treinta y dos metros, al que puedes cortar una y otra vez; la desgracia puede azotarle y una y otra vez seguirá creciendo.
El éxito reside en él y ni siquiera la peor tormenta puede vencerle ya que su sabiduría al prepararse apropiadamente, le predestina para el éxito.
Los seres humanos somos como los árboles, con la diferencia de que nosotros podemos elegir entre ser robles o bambúes.





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