BUBONIS

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viernes, 21 de enero de 2011

TESTAMENTO ESPIRITUAL

Del libro: “Preparando el adiós, Cómo enfrentar dignamente el fin de la vida” , de Jean Monbourquette y Denise Lussier – Russell. Cap. 23: Hacer tu Testamento Espiritual.


¡Oh! Querría que se escriban mis palabras esculpidas en la roca para siempre.
                                                                                                                      Job

Presentación
Hay distintas formas de “dejar huellas” después de tu muerte. Muchos de tus logros van a perpetuar tu memoria. Una forma de dejar huellas es: hacer tu testamento espiritual.

Es simplemente una forma de hacer participar a los tuyos en la sabiduría acumulada durante tu vida.
Lo que ahora eres lo debes en parte a las personas que has frecuentado en el curso de tu vida. Cada uno a su manera te ha aportado una pequeña o gran parte de su filosofía de vida. Esta sabiduría recogida te ha ayudado y te ayuda a vivir y a crecer, y te sostiene en los momentos difíciles.
¿Tienes deseos de participar lo que consideres esencial en la vida, con aquellos que amas?

Reflexión

El Testamento Espiritual de un Luchador de Québec

Jean Rougeau, luchador de Québec, murió como consecuencia de un cáncer en mayo de 1983. Al recibir la medalla Bene Merenti de Patria, expresó el sentido prfundo de su vida en estos términos:
“Tengo el corazón grande de alegría… Si supieran qué placer me da verlos a mi alrededor… Cuando miro la vida desde el lugar en que me encuentro ahora, veo con mucha claridad que la única cosa verdaderamente real es el amor. El amor que se recibe, por supuesto, pero más aún es el amor que se da. Nunca he valorado tanto como ahora los sentimientos que experimento por mis seres más cercanos. Y además, no puedo dejar de pensar que, si concibiéramos la vida, cuando la poseemos en plenitud, con el ánimo que tenemos cuando estamos por dejarla, nos daríamos rápidamente cuenta de que, en el fondo, el único comienzo de solución a todos nuestros problemas es el amor.
Y, cualquiera que sea su filosofía de vida, les pido que no se sonrían cuando agrego… el amor de Dios. Se los digo muy simplemente, porque es la verdad: es mi fe en Dios la que me ha permitido librar casi ante los ojos de ustedes mi último combate: el más largo y el más duro, porque debo librarlo sólo contra un adversario que siempre gana…”.

El Testamento Espiritual de una Madre
(de Suzanne Charest)

“Con las cualidades y los límites propios, he intentado hacerte crecer; tu intentarás por tu parte hacer crecer a otros. El Señor tiene una “idea” para ti. Él te prepara para un proyecto único que tú sólo podrás realizar, porque sólo tú tienes las cualidades y los límites necesarios para llegar a buen fin. La experiencia de tu separación de mí, que vives ahora, forma parte de la preparación necesaria para la realización de este proyecto, y tú tienes en ti mismo toda la fuerza, toda la energía necesaria para pasar a través de esto y sacar de ello provecho. La fe nos dice que cada hecho vivido es un mensaje de Dios, que busca por todos los medios comunicarse con nosotros; cada acontecimiento aporta una fuerza momentánea para vivirlo y comprender su mensaje.
Mi presencia en el corazón del Padre te mantendrá siempre unido a Él, cualesquiera sean las etapas felices que atravieses. Te deseo toda la savia de la Iglesia; ¡qué tu contacto con la comunidad que te rodea sea para ti fuerza y aliento!
Cuando a ti también te llegue tu última hora, si tus certezas se derrumban, apóyate bien fuerte en mi amor por ti, en las certezas que fueron mías, y verás cómo será más dulce hacer el pasaje.
Qué el Sol, dinamismo de Vida, guíe tus pasos”
                                                                                                     Mamá
                                                                                                 (Charest 1987: 164 – 166)

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