Crítica Chilango
Por Jaime @_azradRegresa el ganador del Oscar, Ang Lee, dirigiendo una historia de reflexión y perseverancia con impresionantes efectos visuales y un 3D sin precedentes. Muchos le llaman la nueva Avatar y no están equivocados, pues la tecnología que usa crea imágenes increíbles.
Lee tardó cuatro años en la producción de Una aventura extraordinaria, y es que los retos eran enormes; había que recrear el movimiento del agua a computadora, generar animales con imagen digital y conseguir un elenco bastante específico para adaptar Life of Pi, la novela de Yann Martel que también le da nombre a la película en inglés.
La historia nos cuenta la vida de Piscine, un curioso niño hindú enamorado de su contexto y en busca de respuestas a todas sus preguntas. Sus padre tiene un zoológico que decide mudar a América, pero un accidente en altamar mientras se mudaban, dejará a Pi a la mitad de una aventura de duelo y redescubrimiento.
En Una aventura extraordinaria, los colores y las formas de los paisajes no dejarán a nadie insatisfecho. Y es que a pesar de que la historia resulta difícil y desesperanzadora, el impacto visual que genera no tiene comparación. La tercera dimensión logra una imagen clara y realmente sobresaliente mientras que el público se presenta con colores que parecen nuevos.
Por otra parte, la sensibilidad del director taiwanés intenta mezclarse con la súper producción hollywoodense en este drama, y esto a nuestro gusto no resulta en una muy buena combinación. De Lee nos encanta Secreto en la montaña (2005) y El tigre y el dragón (2000) y nos fue difícil encontrar su sello en Una aventura extraordinaria. Pero no se crean, las nominaciones ya están aplaudiendo su trabajo y sin duda es una película disfrutable al máximo.
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