Una coproducción argentina – española, (2007), dirigida por Marcos Carnevale, el mismo que dirigió Elsa & Fred. Protagonizada por Facundo Arana, China Zorrilla, Montse Germán, Chete Lera, Lidia Catalano y Betiana Blum, entre otros, Tocar el cielo cuenta la historia de un grupo de amigos con distintas problemáticas entre padres e hijos y hace referencia a las relaciones y al amor.
Desde su título, el film invita a descubrir un argumento que refleja la pelea por la felicidad. Con la metáfora de “tocar el cielo”, los realizadores de este largometraje quisieron reflejar el objetivo de todos los personajes que aparecen en la película porque, según sostiene Carnevale “tocar el cielo es lo más parecido a la felicidad: habla de gente que pelea por ser feliz“.
Con esta idea, los espectadores disfrutarán de una reconstrucción de historias, de vidas y de relaciones no convencionales. A través de Tocar el cielo, el público podrá tomar contacto con un relato que habla del ser humano y el sentido más profundo de la amistad.
La película comienza en una Nochevieja cualquiera, con un grupo de amigos unidos por una tradición que, año tras año, llevan a cabo en Argentina y España de forma simultánea: a las doce en punto de Buenos Aires y a las cinco de la madrugada de
Madrid, cada uno de ellos escribe un deseo en un papel, lo pega en el hilo de un globo y lo suelta, para que en cada globo viaje una historia. Así conoceremos a Pedro, un cincuentón intelectual que vive en un señorial barrio de Madrid junto a su hijo Fidel, con quien mantiene una pésima relación. Por su parte, Fidel es un joven de 25 años con una forma de ser condicionada por un secreto y que anhela tener una relación normal con su padre. Dentro de este grupo también está Gloria, una argentina residente en Madrid que es íntima amiga de Pedro. Sin lograr su sueño de formar una familia junto al hombre de su vida, el pasado de esta mujer le dejó a su ahijado Santiago, a quien crió como si fuera un hijo.
Hasta aquí el grupo que habita en Madrid. Pero del otro lado del océano, en Argentina, también hay mucha historia, como la de Amparo y Santiago. Ella, una española residente en Buenos Aires, quiere adoptar un hijo pero su sueño es casi imposible porque no está casada. Por esta razón, su amigo Santiago le ofrece ser su marido, a pesar de su miedo insuperable a los compromisos, un temor que al final logrará dejar atrás de forma insospechada.
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