BUBONIS

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martes, 4 de octubre de 2011

LAS VIOLETAS

La avenida Rivadavia, camino de carretas, unía la Plaza de Mayo con el oeste lejano hacia Flores. Durante la epidemia de fiebre amarilla en 1870 la gente de clase pudiente buscó refugio en las zonas altas, entre ellas Flores, lugar de veraneo, unida a la ciudad por el Ferrocarril Oeste. En 1876 la compañía Anglo Argentina construyó en esa calle Rivadavia uno de los primeros tranvías a caballo.

La prosperidad económica de la década de 1880 produjo una enorme expansión de la ciudad y sus alrededores. Florecieron los nuevos edificios, los negocios. La ciudad quiere dejar de ser “la gran aldea”.

Aunque la esquina de Medrano y Rivadavia está a sólo 4 Km. de la Plaza de Mayo, era un lugar “donde el diablo perdió el poncho”

 Allí se instaló una confitería, con doradas arañas y mármoles italianos. El día de la inauguración, un 21 de Septiembre de 1884, hasta el ministro Carlos Pellegrini, futuro presidente del país, se hizo presente transportado por un tranvía especial acompañado por muchos de sus distinguidos amigos. Sus mesas fueron lugar de encuentro de artistas y escritores entre ellos Roberto Arlt y politicos de la época.

Pero es alrededor de la década de 1920 cuando se construyó el actual edificio. Con sus vidrieras y puertas de vidrios curvos, sus vitrales franceses y sus pisos de mármol italiano. Los vitrales restaurados fueron concebidos para adornar y alegrar el ambiente grato de un café de aquellos tiempos, donde la gente iba a pasar momentos de esparcimiento en un ámbito selecto.





 Cuenta la leyenda que una tarde, como habitualmente lo hacía, llega el famoso Irineo Leguisamo a Las Violetas. Al acercarse el mozo, el jockey le consulta acerca de tortas y confituras. Como Leguisamo mostraba una especial predilección por el dulce de leche, el maestro pastelero de entonces, hábil profesional y fanático del turf, tiene la gran idea: inventa una torta en homenaje al maestro.
Y para que la historia no olvide este capítulo, la bautizó con su apellido.
Conozca el secreto de "Leguisamo". Estos son sus ingredientes: Base de pionono con dulce de leche, merengue, marrón glacé, crema de almendras y hojaldre con cobertura de fondán y chocolate. Con tanta dulzura adentro, ¿cómo no iba a ser famoso?





Los antiguos dueños de la confitería "Las Violetas", en el tiempo en que el poeta-cantor Pascual Contursi y el pianista-compositor José Martinez se reunían junto a otros amigos, eran Enrique Costa y Julio Roca.
Pascual Contursi y José Martinez, que ya tenían en su autoría el tango “De vuelta al bulín”, compusieron el tango “Ivette”. Por deudas que tenían con los dueños del local, les hicieron firmar la parte de la música. En la mayoría de las ediciones figuran Enrique Costa y Julio Roca como compositores musicales de este tango.




En el alejado barrio de Almagro, zona de quintas allá por 1880, abrió sus puertas un solar que poseía inequívocas señales de refinada distinción. El revuelo no fue menor. Elegantes carruajes con curiosos aristócratas llegaban hasta las puertas del suntuoso y flamante local.
Cuenta la historia que el mismo Carlos Pellegrini, de rigurosa galera, capa y bastón, asistió gustoso a la inauguración.
El 21 de Septiembre de 1884 nacía en Buenos Aires la confiteria Las Violetas..




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