BUBONIS

BUBONIS

viernes, 31 de diciembre de 2010

WE' RE ALL ALONE - ESTAMOS TODOS SOLOS

En nuestro interior, cuando más nos acercamos a nuestra alma, nos damos cuenta que estamos solos en esta vida plagada de acertijos y descubrimientos. Cuanto más cerrados en nosotros estemos, más solos nos encontraremos y no veremos la salida. La soledad, es un sentimiento que por obviedad, sólo uno lo experimenta, eso no significa que vivamos rodeados de gente, de risas, de caminos, de millones de cosas maravillosas. Este es un buen momento para empezar diferente el año, tratando de no estar tan solos.
Boz Scaggs
Excelente voz, excelente forma de transmitir sentimientos. Es así, así estamos hoy.

EL PÁJARO DE NUEVE COLORES


Autor: Gustavo Roldán
Ilustraciones de Cristian Turdera
Colección Torre de papel (Naranja)
Grupo Editorial Norma
Año 2004
El sapo quiere contar la historia de un pájaro de nueve colores. El piojo, la pulga, el bicho colorado y el yacaré se preparan para escucharlo. Pero la lechuza, desde lo alto de un tronco, acusa al sapo de mentiroso porque no existe tal pájaro… ¿Será cierto que alguien miente?

Para primeros lectores




MARUJA LECHUZA

Maruja Lechuza (Bichitos curiosos series) (Spanish Edition)
(Bichitos curiosos series) (Spanish Edition)

Por Antoon Krings

Maruja es una hechicera que cumple el sueño del tímido Renato Lagarto convirtiéndolo en un dragón alado que hasta echa fuego por la boca. Renato es ahora feliz con su nuevo aspecto. Pero a la mañana siguiente, al salir Renato a pasear por el jardín, sus amigos no lo reconocen y huyen asustados. Así, Renato se da cuenta de que el jardín no es lugar para un dragón y le pide a la lechuza que le devuelva su forma de lagarto.

domingo, 26 de diciembre de 2010

CELEBRA LA VIDA

COLOR ESPERANZA

UN AÑO NUEVO

Un Año Nuevo
Pancho Aquino

Dicen que cuando se acerca fin de año los ángeles curiosos se sientan al borde de las nubes a escuchar los pedidos que llegan desde la tierra.
- ¿Qué hay de nuevo? -pregunta un ángel pelirrojo, recién llegado.

Lo de siempre: amor, paz, salud, felicidad...- contesta el ángel más viejo.
Y bueno, todas esas son cosas muy importantes.
Lo que pasa es que hace siglos que estoy escuchando los mismos pedidos y aunque el tiempo pasa los hombres no parecen comprender que esas cosas nunca van a llegar desde el cielo, como un regalo.
¿Y qué podríamos hacer para ayudarlos? - Dice el más joven y entusiasta de los ángeles.
¿Te animarías a bajar con un mensaje y susurrarlo al oído de los que quieran escucharlo? - pregunta el anciano.
Tras una larga conversación se pusieron de acuerdo y el ángel pelirrojo se deslizó a la tierra convertido en susurro y trabajó duramente mañana, tarde y noche, hasta 1os últimos minutos del último día del año.
Ya casi se escuchaban las doce campanadas y el ángel viejo esperaba ansioso la llegada de una plegaria renovada. Entonces, luminosa y clara, pudo oír la palabra de un hombre que decía:
"Un nuevo año comienza. Entonces, en este mismo instante, empecemos a recrear un mundo distinto, un mundo mejor:
sin violencia, sin armas, sin fronteras, con amor, con dignidad; con menos policías y más maestros, con menos cárceles y más escuelas, con menos ricos y menos pobres.
Unamos nuestras manos y formemos una cadena humana de niños, jóvenes y viejos, hasta sentir que un calor va pasando de un cuerpo a otro, el calor del amor, el calor que tanta falta nos hace.
Si queremos, podemos conseguirlo, y si no lo hacemos estamos perdidos, porque nadie más que nosotros podrá construir nuestra propia felicidad".
Desde el borde de una nube, allá en el cielo, dos ángeles cómplices sonreían satisfechos.

Del libro: "Cuentos para Niños de 8 a 108 II" - Pancho Aquino.

viernes, 24 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD

Por estos días, las emociones afloran,
aunque las guardemos muy adentro.
En esta Navidad, brindemos al otro
la confianza de nuestra alma,
ofrezcamos al Niño lo más íntimo
y cuidados por Él, todo aquello que dimos
será bendecido.
Que la estrella de Belén
ilumine el camino nuestro
por el sendero del Bien,
por la ruta de la Paz.
Dejemos atrás el dolor,
seamos fuertes para soportarlo,
o vivamos con él aprendiendo.
Que esta Noche, sintamos
la compañía del que está,
la cercanía de quien no está
y el abrazo del que no puede estar.
Seamos felices junto a Jesús,
acompañemos su misión en el mundo
brindando Amor.

¡FELIZ NAVIDAD!
Luis Landriscina -  Parte 1


Luis Landriscina -  Parte 2

FINAL DE TOY STORY 3



Una de las historias más bonitas de amor y unión, de fidelidad y sentimientos puros.

jueves, 23 de diciembre de 2010

MI HUMILDE ORACIÓN

LA VENDEDORA DE FÓSFOROS

Hans Christian Andersen
La vendedora de fósforos

¡Qué frío tan atroz! Caía la nieve, y la noche se venía encima. Era el día de Nochebuena. En medio del frío y de la oscuridad, una pobre niña pasó por la calle con la cabeza y los pies desnuditos.
Tenía, en verdad, zapatos cuando salió de su casa; pero no le habían servido mucho tiempo. Eran unas zapatillas enormes que su madre ya había usado: tan grandes, que la niña las perdió al apresurarse a atravesar la calle para que no la pisasen los carruajes que iban en direcciones opuestas.
La niña caminaba, pues, con los piececitos desnudos, que estaban rojos y azules del frío; llevaba en el delantal, que era muy viejo, algunas docenas de cajas de fósforos y tenía en la mano una de ellas como muestra. Era muy mal día: ningún comprador se había presentado, y, por consiguiente, la niña no había ganado ni un céntimo. Tenía mucha hambre, mucho frío y muy mísero aspecto. ¡Pobre niña! Los copos de nieve se posaban en sus largos cabellos rubios, que le caían en preciosos bucles sobre el cuello; pero no pensaba en sus cabellos. Veía bullir las luces a través de las ventanas; el olor de los asados se percibía por todas partes. Era el día de Nochebuena, y en esta festividad pensaba la infeliz niña.
Se sentó en una plazoleta, y se acurrucó en un rincón entre dos casas. El frío se apoderaba de ella y entumecía sus miembros; pero no se atrevía a presentarse en su casa; volvía con todos los fósforos y sin una sola moneda. Su madrastra la maltrataría, y, además, en su casa hacía también mucho frío. Vivían bajo el tejado y el viento soplaba allí con furia, aunque las mayores aberturas habían sido tapadas con paja y trapos viejos. Sus manecitas estaban casi yertas de frío. ¡Ah! ¡Cuánto placer le causaría calentarse con una cerillita! ¡Si se atreviera a sacar una sola de la caja, a frotarla en la pared y a calentarse los dedos! Sacó una. ¡Rich! ¡Cómo alumbraba y cómo ardía! Despedía una llama clara y caliente como la de una velita cuando la rodeó con su mano. ¡Qué luz tan hermosa! Creía la niña que estaba sentada en una gran chimenea de hierro, adornada con bolas y cubierta con una capa de latón reluciente. ¡Ardía el fuego allí de un modo tan hermoso! ¡Calentaba tan bien!
Pero todo acaba en el mundo. La niña extendió sus piececillos para calentarlos también; más la llama se apagó: ya no le quedaba a la niña en la mano más que un pedacito de cerilla. Frotó otra, que ardió y brilló como la primera; y allí donde la luz cayó sobre la pared, se hizo tan transparente como una gasa. La niña creyó ver una habitación en que la mesa estaba cubierta por un blanco mantel resplandeciente con finas porcelanas, y sobre el cual un pavo asado y relleno de trufas exhalaba un perfume delicioso. ¡Oh sorpresa! ¡Oh felicidad! De pronto tuvo la ilusión de que el ave saltaba de su plato sobre el pavimento con el tenedor y el cuchillo clavados en la pechuga, y rodaba hasta llegar a sus piececitos. Pero la segunda cerilla se apagó, y no vio ante sí más que la pared impenetrable y fría.
Encendió un nuevo fósforo. Creyó entonces verse sentada cerca de un magnífico nacimiento: era más rico y mayor que todos los que había visto en aquellos días en el escaparate de los más ricos comercios. Mil luces ardían en los arbolillos; los pastores y zagalas parecían moverse y sonreír a la niña. Esta, embelesada, levantó entonces las dos manos, y el fósforo se apagó. Todas las luces del nacimiento se elevaron, y comprendió entonces que no eran más que estrellas. Una de ellas pasó trazando una línea de fuego en el cielo.
-Esto quiere decir que alguien ha muerto- pensó la niña; porque su abuelita, que era la única que había sido buena para ella, pero que ya no existía, le había dicho muchas veces: "Cuando cae una estrella, es que un alma sube hasta el trono de Dios".
Todavía frotó la niña otro fósforo en la pared, y creyó ver una gran luz, en medio de la cual estaba su abuela en pie y con un aspecto sublime y radiante.
-¡Abuelita!- gritó la niña-. ¡Llévame contigo! ¡Cuando se apague el fósforo, sé muy bien que ya no te veré más! ¡Desaparecerás como la chimenea de hierro, como el ave asada y como el hermoso nacimiento!
Después se atrevió a frotar el resto de la caja, porque quería conservar la ilusión de que veía a su abuelita, y los fósforos esparcieron una claridad vivísima. Nunca la abuela le había parecido tan grande ni tan hermosa. Cogió a la niña bajo el brazo, y las dos se elevaron en medio de la luz hasta un sitio tan elevado, que allí no hacía frío, ni se sentía hambre, ni tristeza: hasta el trono de Dios.
Cuando llegó el nuevo día seguía sentada la niña entre las dos casas, con las mejillas rojas y la sonrisa en los labios. ¡Muerta, muerta de frío en la Nochebuena! El sol iluminó a aquel tierno ser sentado allí con las cajas de cerillas, de las cuales una había ardido por completo.
-¡Ha querido calentarse la pobrecita!- dijo alguien.
Pero nadie pudo saber las hermosas cosas que había visto, ni en medio de qué resplandor había entrado con su anciana abuela en el reino de los cielos.



PRIMER PESEBRE

Primer Pesebre
El Primer pesebre de la Historia
Graccio, Italia, 1223
Leyenda Mayor
San Bonaventura
Tres años antes de su muerte, San Francisco decidió celebrar con la mayor solemnidad posible, cerca de Greccio, el recuerdo del nacimiento del Niño Jesús, con el fin de aumentar la devoción de los pobladores (...)
Hizo preparar un pesebre, consiguió algo de heno y trajo un asno y un buey. Convocó a sus hermanos y acudieron todos los vecinos al lugar. En el bosque retumbaban los cantos y esa noche venerable se vestía de esplendor a la luz de las antorchas relucientes y al compás de los cánticos que resonaban fuerte y alto. El hombre de Dios, parado frente al Pesebre y lleno de piedad, derramaba lágrimas y desbordaba de alegría. La misa se celebró usando el Pesebre por todo altar. Francisco cantó el Santo Evangelio y más tarde habló y relató al pueblo reunido el Nacimiento de un rey pobre que llamó con ternura y amor al Niño de Bethlehem (Belén). El señor Juan de Greccio, caballero virtuoso y leal, que había abandonado las armas de los príncipes de la tierra por amor a Cristo, afirmó que él había visto a un niño muy hermoso que descansaba en la cuna y que pareció despertar cuando el bendito Padre Francisco lo tomó en sus brazos.
Esta afirmación está suficientemente acreditada por la santidad del piadoso caballero pero también lo está por la verdad que expresa y por los milagros que siguieron. El ejemplo que Francisco ofreció al mundo despertó, en efecto, a las almas dormidas, y el heno del Pesebre conservado por el pueblo, sirvió de remedio para los animales enfermos y de salvaguarda contra todo tipo de desgracia.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

BLANCA NAVIDAD

ANGÉLICA

Capítulo I



El puerco
 
Le habían dicho:

–¡La vida es maravillosa!
Él todavía era pequeño, no sabía muy bien cómo
se vivía y deseaba saber más. Pensó un instante y se
decidió a preguntar:
–¿Cómo se entra en la vida? ¿Acaso hay una puerta
a la que llamar? Y si llamas... ¿te abre alguien?
Le respondieron entre risas:
–La vida no tiene puerta. Nacemos en el cielo y
después las cigüeñas nos traen a la tierra.
Él nunca había visto una cigüeña, pero aun así le
pareció que aquella historia estaba mal contada y
acabó diciendo que no se lo creía. Entonces le dieron
otra explicación:
–Es Papá Noel el que trae a la gente a la vida.
Bajó lamirada: sabía perfectamente que PapáNoel
no traía ese tipo de regalos. Entonces le dijeron:
–Hay una puerta para entrar y queda muy lejos
–señalaron a lo lejos.
Miró desconfiado hacia donde le indicaban.
–Si te portas bien, llamas a la puerta y te abren. Si
no te portas bien, no te abre nadie.
Seguía mirando a lo lejos. Mirando y pensando:
«Maldita sea mi estampa, me están engañando otra
vez». Suspiró.Cuando fuera mayor, no iba a permitir
que le hablaran así; cuando fuera mayor, no le iba a
permitir a nadie que se riese de sus preguntas.
«¿Y si fingiese que me creo lo que la gente mayor
me dice? ¿Y si fingiese que allá lejos existe una
puerta? ¿Y sime acercase allí a llamar y resultase que
alguien me abre la puerta? ¿Y si después entrase?»
Sonrió. «Apuesto algo a que si consigo entrar se van a
quedar todos con un palmo de narices.»
Caminó decidido hasta la puerta.Llamó.Le abrieron.
Observó detenidamente cómo era la vida y le
gustó.
Escribió su nombre en un libro enorme que contenía
los nombres de todos los que habían pasado antes
por allí y entró.
Eso era lo que solía hacer con todo lo que no entendía:
fingía que se creía las respuestas que inventaban
para él y santas pascuas. Y pensaba: «Cuando
crezca lo entenderé todo, cuando crezca ya no tendré


la necesidad de seguir fingiendo». Pero por ahora todavía
era muy pequeño. Y estaba solo. Porque la vida
de los puercos consiste justamente en eso: desde muy
temprana edad, se quedan solos porque separan a toda
la familia para comérselos, unos al momento y otros
más adelante.
Pues eso es lo que era: un cerdito. Oscuro, con un
nudo en el rabo (y, para colmo, un nudo ciego), unos
ojos muy vivos que lo miraban todo sin parar y una
manera de andar muy graciosa porque caminaba acelerado*
y contoneándose. Salió al mundo y cada día
descubría algo nuevo: sol, fósforo, color y gente, estrella,
avión, casa, máquina y jaleo, coche pasando. Caminó
hasta donde se acababa la ciudad y allí descubrió
la flor y el bosque, el silencio y el color. Y, de repente,
descubrió un lago.Era por la mañana muy temprano;
 todo el mundo estaba durmiendo y el lago también.
Era un sueño quieto, tranquilo; tanto, que no le permitía
al lago moverse ni un milímetro. El agua, por
consiguiente, le servía de espejo: el cerdito se inclinó
sobre el agua y no pudo por menos que asombrarse.
–¡Huy! –gritó, y volvió amirarse.
Se puso de frente, de perfil, de todas las posturas
que se le ocurrían.Guiñó un ojo, hizo una carantoña,
intentó deshacerse el nudo del rabo, pero tenía tantas
cosquillas que acabó por desistir (la cosa que produce
más cosquillas es querer deshacer un nudo de nacimiento),
arrancó un trozo de hierba del suelo y se lo
enrolló en el cuello amodo de corbata,dio unos pasos
tambaleantes y concluyó:
–¡Qué vida! ¡Qué maravillosa eres!, ¿lo sabías?

–y entró en el agua para abrazarse. Solo le faltó morirse
de gusto: nunca habría imaginado que el agua
fuese tan agradable.Él y el lago se hicieron uña y carne
y no quería ni pensar enmarcharse de allí; creía que
no iba a descubrir nada mejor. Pero lo descubrió. Un
día,mientras paseaba,de repente oyó:Uuuuuuuuuuuu.
Era un pitido. Pesado. Angustioso. Él ya había oído
un montón de us, pero ninguno tan impresionante
como aquel. Siguió detrás del pitido, recorrió un largo
camino y por fin llegó al puerto: quien estaba haciendo
u era un barco.Al contemplar el puerto, se detuvo
con los ojos abiertos de par en par,mirando aquel
navío tan blanco, tan grande, lleno de banderitas diferentes
y que hacía un u tan fuerte.
–¿Adónde se dirige? –preguntó a la gente que trabajaba
en los muelles cargando el barco.
–Hacia allá –le señalaron.
Él miró, pero únicamente se pudo percatar de
que allá era muy lejos. Tan lejos que inmediatamente
se dio cuenta de que él nunca conseguiría llegar a ese
lugar.Paseó por la orilla delmar hasta llegar a una pequeña
playa en la que se entretuvo recogiendo conchas.
Volvió al puerto y se quedó observando elmovimiento
que había en losmuelles, viendo el barco que
partió de noche,pitando aquel u tan bonito y agitando
las banderas al viento.Pidió una fotografía del puerto
y se la dieron.En la foto se veía unmontón de cosas: el
barco, el mar, la gente trabajando, el cielo, y estaba
él –el cerdito– contemplando el puerto.
Acudió allí durante bastantes días. Después, comenzó
a descubrir cosas nuevas. Adoraba la vida; se
reía de todo; parecía que no había en el mundo nadie
más feliz que él.
Pero un día le advirtieron de que no podía andar
por ahí deambulando.
–No ando sin ton ni son: estoy descubriendo cosas
–dijo.
–Eso no está bien: tienes que ir a la escuela a aprender
a leer y a escribir.
Y eso fue lo que hizo.
Nada más entrar en clase, saludó a sus compañeros
y los observó con detenimiento pensando para sus
adentros con quién podría congeniar.
Pero ellos lo miraron de reojo, le devolvieron un
«hola» seco y muy breve, y en el recreo nadie habló
con él. Y tampoco en los otros recreos que hubo después.
Una tarde, el profesor les avisó de que iba a haber
reunión de padres.
–Yo no tengo padre, señor –le dijo el puerco.

–Puede venir tu madre.
–Tampoco tengo, señor.
–Entonces, un hermano mayor.
–Pero no tengo hermanos.
–Tráete a un amigo entonces.
–No tengo.
Un grupito demonos que se sentaba al fondo de la
clase, y que se colocaba allí a propósito para armar jarana,
comenzó a reírse.El puerco se dio cuenta de que
se estaban riendo de él y le sentó fatal. Pensó: «¿Será
que no me aceptan porque ellos tienen familia y yo
no?».El profesor entonces sintió pena de él y decidió
contar un chiste para que todo el mundo se riera y se
olvidara así el asunto. Era un chiste de un papagayo
que tenía la manía de hacerse pasar por policía. Al
puerco, el chiste le pareció graciosísimo. Comenzó a
reír y no conseguía parar. Se rió tanto que acabó haciéndose
pis en la cartera. El compañero de al lado se
volvió hacia él y le soltó:
–¡Puerco!
Y lo dijo con fuerza, con rabia.
El grupo de monos que estaba al fondo de la clase
estalló en carcajadas.
El puerco dejó de reír de repente y se quedó mirando
asustado a su compañero: era la primera vez que
pronunciaban su nombre. Y lo habían hecho de tal
modo que hasta parecía que era un nombre feo. Sintió
que el corazón le latía acelerado dentro del pecho. Se
acabó la clase y su corazón seguía latiendo deprisa.

Lygia Bojunga

sábado, 18 de diciembre de 2010

SE DICE DE MÍ

YO SOY ASI P'AL AMOR




Yo soy así pa´ l amor
Qué vachaché,
Y no me engrupe
“Menjou” ni “Chevalier”.
Yo quiero un gavión bien reo
De esos que saben querer,
Un coso que haga explosión
al caminar,
Y que de un sólo “biandún”
Me haga rodar.
Que no me ande
Con caramelitos,
O me recite versitos
De esos que hacen llorar.


Yo quiero un hombre
Y no un muñeco de vidriera,
Me desespera no ver
Un taita de mi flor.
Pero qué vachaché
Paciencia y aguantar,
Porque si no lo encuentro
Yo prefiero reventar.


Se peinan de “negligé”
Como “Ramón”,
Y cuando besan de atrás
Piden “pardón”.
Y cómo serán de giles
Que te afilan con yo-yo.
A San Antonio recé
Y me batió:
“Perdés el tiempo, perdés
buscándolo”.
Me da mucha bronca
Y me pregunto,
Cómo hay tantos giles juntos
En la viña del Señor.


Letra : Luis Rubistein
Música : Juan Antonio Collazo (AGADU)
y Lalo Echegoncelay (Víctor Eduardo Etchegoncelhay Jaureguiberry) (AGADU)

HOY QUIERO CONFESARME

Isabel Pantoja

viernes, 17 de diciembre de 2010

LA LECHUZA RESTAURANTE

http://www.lalechuzanavarro.com/llegar.php

ACEITUNAS NEGRAS

(Me fascinan, no tengo límite con ellas...)


Las aceitunas negras, no son aceitunasu olivas de especies o variedades diferentes, sinoaquellas a las que se les ha permitido madurar en el árbol antes de la cosecha. Tienden a tener un sabor diferente al de las relativamente más “inmaduras”aceitunasverdes, y pueden ser curadas en una variedad de formas para diferentes usos y perfiles de sabor.

Al igual que otros productos del olivo, lasaceitunasnegras juegan un papel integral en lacocinade muchos países mediterráneos, y es un hecho que son muy populares en algunos otros países también, a tal punto que en muchas zonas, a lasaceitunasnegras se las conoce simplemente como “aceitunas griegas”. Es interesante señalar que a diferencia de muchas frutas, una oliva no puede comerse directamente del árbol pues ellas son natural e intensamente amargas, por lo que curados en medios líquidos tales como sal y agua,aceiteo lejía.
Hay culturas mediterráneas en las que estosfrutostambién son curados en seco. La cura de oliva hace que el buen sabor, agrega un sabor único y textura de la fruta, y con frecuencia permite que sea almacenada por largos períodos de tiempo. Algunas variedades comunes de lasaceitunasnegras son lasaceitunasKalamata, tradicionalmente curadas en salmuera procedente de Grecia; el término Gaeta es el equivalente italiano.
Nyon Nicoise son lasaceitunasnegras de Francia que tradicionalmente se han curado con hierbas, y tienen un sabor delicado y complejo. En Europa, algunas variedades deaceitunasnegras están protegidos por una denominación de origen controlado (DOC), a fin de preservar la historia regional y el patrimonio culinario.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

NOCTURNO, OPUS 27

QUIERO

Quiero cerrar los ojos
tan sólo para descansar la vista.
Quiero una alfombra mágica
tan sólo para descansar mis pies.
Quiero tirar mis ropas
tan sólo para descansar mi piel.
Necesito hacer algo
tan sólo para descansar el alma.

DESPEDIDA

QUERIDOS CHICOS:


Fue un hermoso año el que pasamos juntos. Aprendimos, nos divertimos, nos enojamos, estuvimos tristes, comimos, bailamos, escribimos y muchas cosas más que seguramente las tenemos guardadas en nuestro corazón. Como yo que llevo en mí, las cosas más lindas de mis alumnitos de 1º C.
Por eso… tendré en el alma a todos ustedes:
• Los tiempos y las explicaciones de Santi.
• Los seguimientos y la pasión de Luca.
• Las inquietudes y movimientos de Gero.
• La bondad e inocencia de Lucas.
• La frescura y las caminatas de Nolan.
• La pureza y la familiaridad de Tomi.
• La seriedad y los abrazos de Damián.
• La timidez y los asombros de Franco P.
• La niñez y optimismo de Franquito.
• Los trabajos pulcros y los cuidados de Ciro.
• El cariño y los abrazos de Mateo.
• Los razonamientos y los pensamientos de Rodrigo.
• La practicidad y la madurez de Valentín.
• La picardía y la voluntad de Emanuel.
• La rapidez y las artes de Mora.
• La mirada profunda y la sinceridad de Lucía.
• La bondad infinita y la inocencia de Rocío.
• La perfección y el detalle de Athi.
• La abnegación y la chispa de Agus.
• Los esfuerzos y la comicidad de Ori.
• La compañía y la serenidad de Mica.
• La sensibilidad y la voluntad de Vicky.

Con todo esto tendré lleno mi corazón.
Les deseo, para ustedes y sus familias, un hermoso año 2011, lleno de alegrías y sorpresas.
Y recuerden que 1º C es: ¡UNA CENTENA! = 1 C

                                                          Beatriz

domingo, 12 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD - VIENNA 1999



LA VIRGEN LAVA PAÑALES



Happy Christmas/War Is Over



Silent Night



O Holy Night / Cantique De Noel



Wiegenlied "Strauss"



Susani



Christmas Jingle Bells



Ave Maria, Dolce Maria

LACRIMOSA

NO PUEDE SER



No Puede Ser


No puede ser;
esa mujer es buena.
No puede ser
una mujer malvada,

En su mirar,
como una luz singular,
he visto que esa mujer
no es una desventurada.

No puede ser,
una mujer sirena,
que envenenó
las horas de mi vida.

No puede ser,
por que la vi rezar,
por que la vi querer,
por que la vi llorar.

Los ojos que lloran
no saben mentir,
las malas mujeres
no miran así.

Temblando en sus ojos
dos lágrimas vi
y a mí me ilusionaba
que tiemblen por mí,
que tiemblen por mí.

Vi la luz de mi ilusión.
se piadosa con mi amor,

por que no sé fingir,
por que no sé callar,
por que no sé vivir.

sábado, 11 de diciembre de 2010

ME VOY

Camino en sombras luminosas
por los aires dorados
que alguna vez han bañado el sol mío.
Por mi pecho recorren, asombrosas,
las huellas del pasado.
Sedas de colores lo abrazan
y me abrazan...
casi sin respirar, puedo sentir el roce
que suavemente recorren a mi alrededor,
las idas y vueltas incansables.
Caminas conmigo, pero sueltas mi mano...
En mi cintura ciñen los lazos esbeltos
el camino de mi silueta.
Me dejas sin alma, casi en el vacío...
A mis caderas, llega agitada
la fuerza de una madera bruta,
como si la naturaleza
no hubiese tallado,
la cortesía de la llegada.
Revuelo, alegría y lluvias,
danzan, sin pensar.
Sonriente camina el vagabundo,
sin ver el final que se acerca.
Me tienes en tus manos invisibles...
Vuelve a mover las aguas
que olas hace emerger,
que mares agita sin piedad.
Me sueltas, pero me aferro...
Por los pies, se recorre
las ataduras que me dan quietud.
Sola estoy...
Vuelvo a mi camino de sombras
casi sin ver, me viene la luz.
Manto estrecho que me deja sola,
recostada, tendida, rendida,
somnolienta, abatida.
Me levanto y camino,
ando, me voy, me vas, me voy...
No hay nadie, no puede ser,
yo estuve en un mar,
entre lazos y alegrías,
entre aguas y soles.
Me voy...

SERÁ

MÍA

viernes, 10 de diciembre de 2010

MONSTRUOS

Señor ogro, ¿estas hambriento ?
Ni te cuento.
¿Te apetece un niño envuelto?
No, revuelto.
¿Una princesa estofada?
Es pesada.
¿Sopa crema de mocoso?
Apestoso.
Pero entonces,¿Qué te gusta?
Es una pregunta justa.
Anotarás con cuidado
para hacer bien los mandados:
Primero quiero ensalada
De princesa despeinada.
Después un niño revuelto
Con salsa de pato esbelto.
Patas fritas de mellizos
Sobre rulos de petisos.
De postre quiero un mocoso
Regordete y bien jugoso.
Bocha helada de criatura
Con salsa de col madura.
Acompañando al café
Cien bombones de bebé.
Para hacer la digestión
Té con limón, ¡un montón!


                                               María Inés Garibaldi.
 
 
 
María Inés Garibaldi, nació en Buenos Aires en 1962. Es escritora y docente. Hace varios años se dedica a escribir literatura infantil. Algunos de sus cuentos son: "Una monstruosa pelea" y "¿Y las ovejas?".

ROMANCE DEL ENAMORADO Y LA MUERTE

Un sueño soñaba anoche,
sueñito del alma mía,
soñaba con mis amores
que en mis brazos los tenía.
Vi entrar señora tan blanca
Muy más que la nieve fría.
-¿ Por dónde has entrado, amor?
¿Cómo has entrado, mi vida?
Las puertas están cerradas,
ventanas y celosías.
-No soy el amor amante:
La Muerte que Dios te envía.
-  ¡Ay, Muerte tan rigurosa,
déjame vivir un día!
- Un día no puede ser,
una hora tienes de vida.
Muy de prisa se calzaba,
más de prisa se vestía;
ya se va para la calle,
en donde su amor vivía.
-¡Ábreme la puerta, blanca,
ábreme la puerta, niña!
- ¿Cómo te podré yo abrir,
si la ocación no es venida?
Mi padre no fue a palacio,
mi madre no está dormida.
-Si no me abres esta noche,
ya no me abrirás querida;
la Muerte me anda buscando,
junto a tí vida sería.
-Vete bajo mi ventana
donde labraba y cosía,
te echaré cordón de seda
para que subas arriba,
y si el cordón no alcanzare
mis trenzas añadiría.
La fina seda se rompe;
la Muerte que allí venía:
-Vamos, el enamorado,
que la hora ya está cumplida.

                                            Anónimo
                                          

miércoles, 8 de diciembre de 2010

MI CORAZÓN Y YO

Como cuando nací, la noche calmó la espera, dejando atrás las dudas e inquietudes y de pronto se hizo la luz, ya no había que esperar, ahora tenía que luchar y esforzarme por ser y por vivir.
Los días pasan y tal cual como en aquel momento siento que tengo que sobrevivir, a las adversidades, a las heridas, que a veces duelen y tiran, a los obtáculos, a la vida misma.
"Mientras tanto el tiempo transcurre", los días tiñen mi alma de un oscuro verde, que si bien es oscuro, siempre lleva consigo una esperanza.
Los días van golpendo despacito la piel gastada y fría de mi cuerpo.
No hay momento en el que me diga a mí misma: tranquila, el tiempo te ayudará a ser feliz, todo se ve con el velo negro de la tristeza y cuesta encontrar la grieta que permita pasar del otro lado par ver todo más claro.
Cuando cierro mis ojos, trato de ver un mundo feliz, sin tristezas y sin penas, trato de cerrarlos fuerte fuerte, como si fuera una niña que espera a Papá Noel, pero no, no llega nada aliviador. Las imágenes se suceden unas tras otras sin consuelo, sin piedad. Con cada una de ellas se vienen cuadros y palabras que formaron alguna vez momentos, mañanas, tardes, charlas, caminos... Puedo sonreir al construirlos en mi mente como reales, de este momento, como si el ayer volviera a mí, puedo vivir como tal cual esos días, puedo sentir que esos momentos  se arman al cerrar mis ojos.
Pero así, como un toque, mis ojos se abren y como si la luz me molestara, trato de entrecerrarlos para que no me lastime tanta realidad, pero poco a poco, voy dejándolos abiertos y acostumbrándome a vivir así, con los ojos abiertos, para no caer.
El corazón es un músculo, que si una no lo ejercita y lo deja casi sin latir puede olvidarse de mantener el ritmo natural. Siento que le pedí mucho a este corazón, son muchas cosas las que tuvo que manejar, quizás esté cansado, por ahí esté agotado de tener que latir y latir. Voy a dejarlo en paz, que se serene, que deje de sorprenderse frente a cosas que no valen la pena , que deje de excitarse ante situaciones que aparentemente sólo le afectan a él, que no suba su color en momentos de sublime soledad, voy a dejarlo reposar en estos días y él me dirá cómo se siente, así, solo, latiendo a ritmo regular, monótono, cual reloj antiguo y olvidado. Iremos construyendo entre ambos una fiel amistad, no nos ocultaremos nada, nos diremos la verdad y haremos un pacto: nada nos podrá hacer más daño, seremos felices, solos , él y yo, y si alguien quisiera venir a meterse entre nosotros dos, sólo le daremos lugar si nos acepta a ambos. Sólo si cuidara de mi corazón y de mí.
No puedo olvidarme del que siempre lo hizo y era tan cuidadoso de los dos, que no pudo cuidarse él, y se fue, sin pregonar su ida, sin sermones ni ceremonias.
Quizás haya en algún lugar  del planeta, el que esté dispuesto a cuidr de ambos, quizás lo envíen desde el cielo, quizás nunca lo pueda ver.

POEMAS DEL HOY...

Dolor

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.

                                                    ALFONSINA STORNI

De amor, puesto antes en sujeto indigno, es enmienda blasonar del arrepentimiento

Cuando mi error y tu vileza veo,
contemplo, Silvio, de mi amor errado,
cuán grave es la malicia del pecado,
cuán violenta la fuerza de un deseo.

A mi misma memoria apenas creo
que pudiese caber en mi cuidado
la última línea de lo despreciado,
el término final de un mal empleo.

Yo bien quisiera, cuando llego a verte,
viendo mi infame amor poder negarlo;
mas luego la razón justa me advierte
que sólo me remedia en publicarlo;
porque del gran delito de quererte
sólo es bastante pena confesarlo.

    SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ

Contiene una fantasía contenta con el amor decente

Deténte, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho
que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.

             SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ

 


























sábado, 4 de diciembre de 2010

El viejo cuento del bambú chino



Cuentan que la semilla del bambú se siembra, se riega y se cuida durante un año y no aparece nada. No hay señal de vida. Se riega y se cuida otro año y todavía no se ve el resultado. De esta manera van pasando los años. Durante el quinto año de pronto aparece el Bambú Chino y crece 30 metros en seis semanas.
El Bambú Chino se prepara para un crecimiento impresionante. Durante los cinco años que no se ve nada, un sistema de raíces se está formando para sostener el crecimiento extraordinario del bambú.
Muchas cosas en la vida son como el árbol de bambú chino. Un poco de paciencia para recoger más tarde el fruto de nuestro esfuerzo, algo que siempre vale la pena.

Otra versión de una misma historia...
El siguiente, es un relato que marca un nuevo horizonte en mi vida cada vez que lo leo, me llena de inspiración y me hace recordar que:

“Todo aquello que es importante en la vida, requiere un tiempo de germinación y maduración” y solo aquellas personas que cuentan con un grado elevado de perseverancia, paciencia, disciplina constante, enfoque y determinación, pueden considerarse “poderosos bambúes”.
El relato cuenta que en el Lejano Oriente vive un árbol cuyo crecimiento es el más rápido de todas las especies. Dicen que si te quedas quieto mirándolo, puedes verlo crecer, y no es de extrañar, pues crece hasta 32 metros por mes. Eso significa que crece un metro diario, o lo que es lo mismo, unos cinco centímetros por hora. Es algo realmente impresionante.
El Bambú es el árbol de mayor crecimiento de todo el planeta, quizás la criatura viva que más rápidamente crece, tanto así que en Japón se usa aún hoy en día como materia prima y se le da una importancia aún mayor que al cemento, acero o al silicio de los semiconductores.
Sin embargo, tú puedes tomar hoy una semilla de bambú y plantarla en el jardín de tu casa, puedes regarla durante meses y meses, y no conseguirás que brote ni el más pequeño tallo, lo cuál podría ser una gran decepción para ti, ¿verdad?
Haz la prueba. Toma una semilla, riégala durante siete meses y te aseguro que no lograrás nada. ¿Por qué lo sé?

Porque el Bambú es una planta extremadamente sabia. Durante sus primeros siete años crece hacia abajo, haciendo expandir sus raíces hasta lo más profundo de la tierra. ¿Por qué? Porque es sabía y se está preparando.
Se está preparando para después ser capaz de alcanzar el mayor de los éxitos y ser la planta con el crecimiento más rápido que existe en todo el reino vegetal.
Entonces se hace tan poderoso que en un mes crece 32 metros, y aún cuando lo cortes siste veces, seguirá creciendo hasta los 32 metros en un solo mes. Por eso es tan apreciado. Porque sabe prepararse para triunfar, y si la desgracia cae sobre él, sabe renacer de sus cenizas y llegar otra vez a lo más alto empezando desde casi cero.

¿Por qué es capaz de hacer eso?
Porque sus siete años de raíces le dan la fuerza para ello; su vida reside en su raíz, y aunque cortes el tallo, este seguirá creciendo.
¿Has probado cortar un roble o un pino? Apreciarás que jamás vuelven a brotar. Ellos no se prepararon tanto como el bambú y acaban pagando eso con su vida, con su fracaso. Sin duda alcanzan un primer éxito más rápido que el bambú, porque a los pocos meses ya tienen un tallo fuera de la tierra.
Sin embargo, un roble de siete años aún es un árbol pequeño, joven y delicado. Si le azota una tormenta lo arrancará y morirá; jamás podría soportar que lo corten a la mitad, porque entonces moriría.
En cambio, el sabio Bambú con sólo siete años y un mes, es un árbol poderoso, de treinta y dos metros, al que puedes cortar una y otra vez; la desgracia puede azotarle y una y otra vez seguirá creciendo.
El éxito reside en él y ni siquiera la peor tormenta puede vencerle ya que su sabiduría al prepararse apropiadamente, le predestina para el éxito.
Los seres humanos somos como los árboles, con la diferencia de que nosotros podemos elegir entre ser robles o bambúes.





EL SOLISTA

jueves, 2 de diciembre de 2010

EN SUSPENSO

MINI POEMAS PARA NIÑOS ENAMORADIZOS

Cuando sueñas,
con los ojitos cerrados,
veo la escena,
de colores dorados.
Me llamas al sueño
y de tus colores me adueño.
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Si bailas y saltas
delante de mí,
sostén tu pañuelo
y ven hacia mí.
Toma mi mano,
sujeta mi cintura
Danzaremos juntos
esta gran aventura.

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Rosas rojas
en un carro encontré.
¿A usted caballero,
le falta algún pie?
¡No señorita,
los tengo a los dos!
Pues dice la reina
que ella no fue,
quien con cuidado
las rosas rosas tiñó
de un rojo granate,
cual sangre de usted.
Ahora veo con tristeza
que la reina la verdad decía,
la pobre las tiñó,
mientras su corazón se partía.
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No mires el camino,
no mires para atrás,
ve hacia adelante
y salta sin parar,
que duerme la cautiva
y no la despertaremos más.
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Toma amado mío,
esta cajita de cristal.
Siente como vibra
dejando al viento pasar.
No es que llora,
no es que sufre,
es que habla
y se regocija.
Pues ella se dio cuenta
que llevaba un tesoro.
Son nuestros corazones
sellados en brillante oro.
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